En el convenio firmado con el Gobierno de Tamaulipas con la industria de Altamira están detalles técnicos por definir, como la cantidad de complejos a construir, la tarifa a pagar y los volúmenes, concretándose a largo plazo. Por ahora, los empresarios aclararon que únicamente comprarán el agua tratada por los organismos operadores.
En el acuerdo entre la Asociación de Industriales (Aistac) y la administración estatal de Américo Villarreal Anaya, el gerente David Abel Hernández Gámiz indicó que es un “documento macro”, con aspectos por amarrar en los siguientes meses al ir por diversas fases y dejar de extraer los 2 mil metros cúbicos del sistema lagunario del Champayán.
Ante esto, el secretario de Recursos Hidráulicos Raúl Quiroga Álvarez recalcó que se encuentra en un diagnóstico conjunto junto con la Comapa Sur, el cual lleva un 70 por ciento de avance y precisar, de entrada el monto de inversión. El funcionario signó el documento junto al presidente de la Asociación Adonay Navarro Saad, en evento efectuado el pasado martes.
Por parte del sector industrial confirmado por 60 empresas, apuntó que en las próximas semanas se efectuarán reuniones entre las partes involucradas, donde el sector productivo expondrá varias propuestas de obra e incluirá el permiso final de la Comisión Nacional del Agua (Conagua).
“Se firmó un acuerdo macro. A partir del mismo, se elaborarán proyectos específicos y construir la infraestructura. Por el momento no está contemplado alguna edificación y se daría la misma a mediano o largo plazo, pero el convenio se necesitaba para seguir hacia esa etapa. La industria pondrá la propuesta y el aval viene por el gobierno e incluye a la Conagua para una autorización final”, añadió.
A la fecha, el cálculo de utilización es de 2 mil metros cúbicos, tomado de las lagunas integradas en la cuenca del río Guayalejo-Tamesí, afectada entre abril y junio del 2024 por la fuerte sequía y la escasez del elemento, con niveles bajos históricos. esto causó el paro de labore de 17 plantas petroquímicas y de manufactura en la región, con una perdida de 350 millones de dólares.
“Con esto nosotros dejaremos de extraer los volúmenes directamente desde el sistema lagunario o incluso de los ríos. Será el agua tratada que ya utilizó la población la que tomaremos para los procesos de operación de cada planta”, apuntó Hernández Gámiz.
Sobre el tema, el titular de la Secretaría de Recursos Hidráulicos tamaulipeco explicó que a partir del diagnóstico elaborado junto a la Comisión Municipal de Agua Potable y Alcantarillado de la zona sur, se precisará el monto de inversión por parte de la iniciativa privada.
“A partir de ahí se determinará el tiempo que concesionaremos el volumen tratado. Al concluir el periodo que requieren para amortizar su inversión, nos retornarán la infraestructura en buen estado para volverla a operar nosotros. Así tendremos nulas descargas de aguas negras al Pánuco y a las lagunas”, reiteró Quiroga Álvarez.
Puntualizó que dicho diagnóstico añadirá la infraestructura a necesitarse. Estima que en un par de meses máximo se define con precisión cuánta y cuál obra se requiere y monto.
