A pesar de la lenta recuperación de México, la “relativamente baja” incertidumbre política, su decente posición fiscal y su elevada integración con la economía estadunidense hacen que el país parezca "una isla de estabilidad" en comparación con sus pares de la región, aseguró el banco de inversión UBS.
De acuerdo con su reporte Invertir en México, el estatus de refugio regional se extiende hasta 2022, por lo que el banco mantiene “atractivas” oportunidades de inversión en toda clase de activos en México.
“Las acciones mexicanas deberían seguir subiendo, pero después del sólido desempeño de este año, es probable que su riesgo-recompensa sea más equilibrado en 2022. Los bonos mexicanos denominados en dólares estadounidenses ofrecen oportunidades selectas, pero los inversores deben tener en cuenta los vientos en contra que plantean los mayores rendimientos de los bonos del Tesoro de Estados Unidos”.
Sin embargo, a pesar de gozar de vientos de cola externos, la recuperación de México se ha quedado atrás respecto a sus pares latinoamericanos este año, añadió el banco.
Toda vez que, después de repuntar con fuerza a finales de 2020 y principios de 2021, la actividad económica se desaceleró en el tercer trimestre debido a los cuellos de botella de la oferta, el resurgimiento del covid-19 y el escaso crecimiento de la inversión.
A pesar de esto, la ubicación geográfica de México también es estratégica entre Estados Unidos y China y la búsqueda de la resistencia de la cadena de suministro.
“México se encuentra en una excelente posición para beneficiarse del nuevo enfoque en disminuir las vulnerabilidades de la cadena de suministro y asegurar productos críticos en cooperación con aliados”.
Reservas por la inflación
Sin embargo, UBS dijo que mantiene la cautela sobre las perspectivas de la inflación, ya que los cuellos de botella en el suministro no solo han afectado la actividad económica de México, también han aumentado la inflación, que ha estado muy por encima de la meta del 3 por ciento del banco central.
UBS prevé que la inflación termine en el 7 por ciento este año, ya que los precios persistentemente altos de los bienes de consumo han coincidido con el aumento de los precios de la energía y los productos agrícolas.
“Si bien mantenemos la opinión de que la inflación retrocederá el próximo año a medida que se estabilice los precios de la energía y se alivien los cuellos de botella de la oferta, los riesgos siguen sesgados al alza”.
AMP