Una brecha más amplia entre el precio de los bonos corporativos europeos de alta calificación y el costo de asegurar la misma deuda contra un impago es la señal más reciente de cómo los intentos del Banco Central Europeo (BCE) para alentar el endeudamiento distorsiona los mercados financieros.
El banco comenzó a comprar bonos corporativos de alta calidad a principios de junio, en uno de sus esfuerzos más radicales para estimular la economía de la zona euro. La política redujo los costos de endeudamiento de las empresas, a juzgar por la caída en los rendimientos de los bonos corporativos.
Sin embargo, los precios en el mercado por los contratos de seguros contra el impago de deuda (credit default swaps o CDS), una forma de asegurarse contra las empresas que no puedan pagar a los acreedores, no alcanzó la caída de los rendimientos, lo que llevó a la preocupación de que los altos precios de los bonos ya no reflejan la salud subyacente de las empresas
“Lo que ocurrió se debe al programa de compra del BCE”, dijo Duncan Sankey, socio de Cheyne Capital, un gestor de activos.
El volumen de compras de bonos del BCE ayudó a reducir el spread (diferencial) de los bonos corporativos sobre la deuda pública pero no redujo tanto los precios de los CDS, dijo Sankey. “No es en todos los bonos, sobre todo en los que están en la lista del BCE que puedes ver”.
El diferencial de crédito actual —lo que las empresas pagan por deuda superior al nivel de los costos de endeudamiento del gobierno— está a 35 puntos base para los emisores de grado de inversión que se incluyen en los índices principales de iTraxx.
En lugar de comprar un bono, un inversionista puede vender un contrato CDS a cambio de una prima anual. El diferencial de crédito implícito al hacerlo es de 66 puntos base, casi el doble que la disposición de los bonos en efectivo, de acuerdo con Barclays. La brecha entre los diferenciales está cerca de su nivel máximo en tres años desde que el BCE comenzó la compra de deuda corporativa.
“Los CDS probablemente sean un reflejo más fiel del sentimiento de riesgo pero no es como si el efectivo estuviera en una especie del país del nunca jamás”, dijo Soren Willemann, director de investigación de crédito europeo en Barclays.
Para el 19 de agosto, el banco central había comprado 17 mil 800 millones de euros en bonos corporativos, lo que implica un ritmo de aproximadamente 6 mil 500 millones de euros al mes. El BCE adquirió la deuda de muchas de las compañías más grandes de Europa, entre ellas el fabricante alemán de automóviles BMW, la cervecera con sede en Bélgica AB InBev y el proveedor español de banda ancha Telefónica.
Si bien las compras del banco central ofrecen un impulso al mercado de bonos en efectivo, el BCE no actúa en el mercado de derivados, donde las operaciones se pueden considerar una evaluación más clara de los riesgos de un impago.