A medida que la gente se siente a disfrutar su cordero asado esta Pascua, los productores de ovejas en todo Reino Unido cosecharán la recompensa de la votación del brexit del año pasado.
La pérdida de valor de la libra “sin duda ayudó a fortalecer nuestra posición en las ventas externas”, dijo Peter Hardwick, jefe de exportaciones de AHDB Beef and Lamb, el organismo de la industria de productores de carne de res y cordero en Reino Unido.
Reino Unido es el tercer mayor exportador de cordero en el mundo, después de Australia y Nueva Zelanda. Cerca de un tercio del cordero británico se exporta, y el año pasado 95 por ciento de los envíos tuvieron como destino otros países de la Unión Europea, y la mitad terminó en Francia.
También importa una cantidad similar, lo que ayuda a suavizar la estacionalidad de la producción nacional; la mayor parte de la producción de cordero que se comerá en Reino Unido este fin de semana será de Nueva Zelanda.
Los agricultores afirman que el principal efecto de la libra más débil —que aumentó la demanda al hacer que el cordero británico sea más competitivo en los mercados de exportación— es que elevó los precios en lugar de los volúmenes de ventas. “Tenemos tantos animales como tenemos, todo se trata del precio que podemos obtener con ellos”, dijo Charles Sercombe, uno de cerca de 60 mil productores de ovejas en Reino Unido.
A diferencia de los productores de cerdo y de aves de corral, a los productores de ovejas no les afectó el aumento de los costos del alimento de importación cuando cayó la libra, debido a que sus animales en gran medida se alimentan con pasto. La temporada pico para las ventas de cordero británico es a finales del verano y principios de otoño, cuando los corderos nacidos en primavera llegan al mercado. Entre julio y octubre de 2016, el precio que le pagaron a los agricultores británicos por sus ovejas fue entre 15 y 20 por ciento más alto que 2015.
Fue un respiro bienvenido después de dos años de caídas de precios y una menor demanda en algunos de los mayores mercados de exportación, sobre todo Francia.
La depreciación de la libra esterlina frente al euro también ayudó a los agricultores de todo el Reino Unido porque los pagos que reciben de la Unión Europea mediante la Política Agrícola Común tienen denominación en euros. Pero mientras que los productores británicos se beneficiaron, el voto del brexit afectó a los agricultores de la República de Irlanda.
El cordero que se produce en Irlanda es casi idéntico al británico, lo que significa que a los productores irlandeses les afecta directamente cuando sube o baja el valor de la libra. “Nuestros precios se encuentran entre 10 y 15 por ciento por debajo del año pasado... en el mercado no hay motivo para eso aparte de la devaluación de la libra”, dijo Kevin Kinsella, director de ganado de la Asociación de Agricultores Irlandeses.
A pesar de las ganancias debido a tener una libra más débil, los productores británicos de ovejas están preocupados por lo que pueda ocurrirle a su industria después del brexit, y si el Reino Unido podrá lograr un acuerdo comercial de productos agrícolas con la Unión Europea.