Bruselas va a impulsar nuevos requisitos de divulgación que obligarán a las empresas que se encuentran en la lista negra de los paraísos fiscales a ser sinceras con sus utilidades y pagos de impuestos en una señal de que vienen en cascada nuevas medidas severas, después de las revelaciones de los Papeles de Panamá.
Los planes para endurecer el empuje de transparencia de la Unión Europea se da después de una enorme filtración de documentos legales que le costó el puesto al primer ministro de Islandia, levantó la tapadera sobre el amiguismo offshore y dejó al primer ministro del Reino Unido bajo la presión política por las revelaciones sobre la fortuna familiar. Según los planes, las empresas con sede en la UE y sus filiales con facturación anual de más de 750 millones de euros, publicarán anualmente un desglose de utilidades país por país, impuestos de empleados y facturación neta.
En un borrador anterior de los planes que pudo ver Financial Times, la divulgación se limitaba a las actividades dentro de Europa, lo que le permitía a las empresas recabar datos de los impuestos que pagan fuera del bloque. La versión revisada va a asegurar que los paraísos fiscales que no pertenecen a la UE también estén abiertos al escrutinio.
En todo el mundo, las autoridades fiscales prometieron acelerar las investigaciones en las revelaciones.