El banco privado suizo Julius Baer tiene la esperanza de hallar gangas en China y Brasil, ya que la mayoría de los inversionistas se aleja de esos dos países debido a las preocupaciones sobre sus perspectivas económicas.
Boris Collardi, presidente ejecutivo, dijo a Financial Times que elaboró una lista de objetivos entre las empresas chinas de tecnología financiera. También señaló que quiere duplicar el tamaño de sus operaciones en Brasil que adquirió recientemente.
Sus comentarios llegaron en medio de informes de que Julius Baer, que creció rápidamente después de una serie de adquisiciones y tiene uno de los múltiplos más altos de la relación precio-beneficio en el sector bancario europeo, puede ser un blanco para que lo adquiera un competidor más grande.
Sin embargo, Collardi desestimó la idea de una fusión con un rival grande, como su antigua empresa Credit Suisse. “Gran parte de nuestros clientes proviene de UBS y Credit Suisse porque quiere algo diferente y no desea estar con una organización grande”, dijo.
Si bien reconoció que “probablemente a nuestros accionistas les encantaría” que un rival más grande adquiriera a Julius Baer para producir “sinergias masivas”, no puede pensar en un solo motivo “para llegar a un acuerdo como ese contra la voluntad de la mayor parte del personal”.
En octubre, Julius Baer contrató a Jimmy Lee, un veterano de Credit Suisse, para que se hiciera cargo de las operaciones en Asia, y Collardi dijo que el banco toma “una nueva perspectiva” en su estrategia en la región.
Tenemos grandes planes en Asia, tanto en la contratación como en la conformación de las estrategias de mercadotecnia. Vamos a cambiar mucho en China”, dijo.
Las operaciones de Julius Baer en Asia crecieron con su adquisición de la división de gestión patrimonial internacional de Merrill Lynch en 2012.
Collardi dijo que Julius Baer presiona a su socio estratégico, Banco de China, para que actúe más rápido para llegar a un acuerdo en los términos para una empresa conjunta en toda la regla. Un nuevo ejecutivo en el banco chino de propiedad estatal tomó recientemente la responsabilidad de las negociaciones que ya llevan tres años.
El banco suizo espera crear una empresa en la nueva zona de libre comercio de china para mejorar la flexibilidad de una empresa conjunta, de la que espera llegar a un acuerdo el próximo año.
Collardi reconoció que fue “muy difícil” invertir en empresas de tecnología financiera que no cotizan en la bolsa en China. “Llegamos 15 años después, pero creamos una larga lista de empresas y visitamos algunas para asegurarnos de que realmente existen. El mercado se deprimió bastante en China, es un buen momento para seguir”, dijo, y agregó que espera invertir alrededor de 100 millones de dólares en el país.
El tipo de compañías que busca incluye una que creó una aplicación que puede enviar automáticamente el dinero del cliente a la cuenta de depósitos con mayor rendimiento en intervalos regulares, un prestamista peer-to-peer, y una empresa de gestión patrimonial en línea similar a Noah, una compañía que se fundó en China y que cotiza en Estados Unidos.
Agregó que otros mercados —como México y Brasil, donde invirtió recientemente en NSC Asesores y GPS, respectivamente— son tan atractivos como China. “Creo que México puede ser potencialmente igual de bueno”, dijo. “Si Brasil entra en una crisis, quiero comprar otra compañía para duplicar el tamaño de GPS”.
También mantiene la mira en su mercado interno. “La consolidación en Suiza todavía no termina, habrá mucho más acuerdos”, dijo Collardi. Sin embargo, le restó importancia a la probabilidad de hacer una oferta por BSI, el banco privado suizo que BTG Pactual, el banco brasileño al que afectó la crisis, puso a la venta recientemente.