“Convida es una palabra compuesta y significa compartir la vida, y es el nombre de la empresa que desarrolla dos kits de cultivo urbano -con tres productos cada uno- para tener hierbas de olor orgánicas frescas en casa, sin tener mucho conocimiento y cuidados. Una empresa creada, por la peruana Alessandra Alvites.
ConVida empezó a trabajar con un proveedor de macetas hechas con desperdicios plásticos y sales de cobre, una tecnología en proceso de patente, que impide que a las raíces de las plantas crecer y tengan que trasplantarse”. Utiliza también un sustrato especial que mantiene más tiempo la humedad, algunas vitaminas y ningún agroquímico.
“La idea es usar poco agua y colocarlas en un lugar en donde les dé luz y puedan llegar a producir un promedio de dos años, excepto el cilantro que solamente dura seis meses”, aclara Alessandra.
Esta joven emprendedora estudió la carrera de administración de empresas en Perú: vino a México a estudiar una maestría en el Tecnológico de Monterrey, Campus Santa Fe. Cuando realizó la concentración de emprendimiento “surgió el bichito de emprender”. Ella siempre tuvo interés por el mercado de productos sanos y al ver que los manojos de hierbas que compraba se echaban a perder muy pronto, decidió incursionar en este terreno.
TE RECOMENDAMOS: Azul rey purépecha
Hoy, ConVida pasó la etapa de desarrollo de producto y concepto, así como la del tema legal como registros de marca y de empresa. Por ahora está enfocada en las ventas, posicionamiento de marca e inversión en redes. Los productos se ensamblan en Cuernavaca, Morelos, y tiene una bodega en la Ciudad de México. Está vendiendo en línea, desde hace tres meses, a través de amazon.com.mx y Kichink, en ferias y bazares de la Ciudad de México y está a punto, de vender en un retail muy grande. “Todo ha sido con inversión propia, comparte Alessandra, no ha estado en ninguna aceleradora, ni ha levantado fondos”. Sin embargo, su startup fue seleccionada en INC Accelerator de este año.
ConVida es una empresa de impacto ambiental, pero también social, asegura Alessandra, ya que con un porcentaje de sus ventas, construye huertos familiares, zonas marginadas, aliada con la ONG Nutre a un Niño, lo que permite alimentos gratis, ventas de excedentes y empoderar a las familias.
Sin duda, el emprendimiento de Alessandra es fresco, aromático y sustentable.
REPL