Según un informe encargado por el G20, un impuesto mínimo mundial a los multimillonarios que recaude hasta 250 mil millones de dólares al año es “técnicamente viable” y puede aplicarse con éxito incluso si no fuera adoptado por todos los países.
Gabriel Zucman, economista y autor del artículo, dijo que se necesita un impuesto mínimo coordinado sobre el patrimonio total de los 3 mil multimillonarios del mundo para aumentar sus contribuciones.
Según el informe, la actual tasa impositiva efectiva de los multimillonarios equivale a solo 0.3 por ciento de su riqueza. Los ministros de finanzas del G20 se reunirán para debatir las propuestas el próximo mes.
“Muy pocas personas están de acuerdo con la idea de que los multimillonarios tengan impuestos más bajos que otros grupos sociales”, dijo a Financial Times Zucman, profesor de economía en la Escuela de Economía de París y en la Universidad de California, Berkeley. “Los superricos no deberían pagar menos impuestos que los profesores de escuela o los bomberos. Eso no está bien”.
En el informe se recomienda que las personas con más de mil millones de dólares en patrimonio, incluidos activos como bienes raíces, participaciones en capital y participaciones corporativas más grandes, paguen una cantidad mínima de impuestos equivalente a 2 por ciento de su patrimonio.
Esto recaudará entre 200 mil y 250 mil millones de dólares al año, dijo. Ampliar el impuesto a personas con un patrimonio neto de más de 100 millones recaudará entre 100 mil y 140 mil millones de dólares adicionales. Los individuos que ya pagan más de 2 por ciento de su riqueza en impuestos sobre la renta no enfrentarán ninguna obligación extra.
Zucman dijo que un nivel de 2 por ciento ayudará a que el impuesto total no sea visto como regresivo para los superricos. “Estamos hablando de 2 por ciento. Eso no es mucho. No estamos hablando de hacerlo progresivo sino de hacerlo menos regresivo”.
El estudio señala que los acontecimientos de los últimos 15 años, como el fin generalizado de las leyes de secreto bancario y el intercambio automático de información entre agencias tributarias, significan que las autoridades están en “una mejor situación” para implementar con éxito la propuesta.
Sin embargo, reconoció que hay “varios retos potenciales” asociados con la idea, como las dificultades para hacer una valoración del patrimonio de las personas, mejorar el cumplimiento y garantizar una tributación efectiva si algunos países se niegan a implementar el impuesto.
Dan Neidle, fundador del grupo de expertos Tax Policy Associates, fue más crítico y argumentó que la propuesta tendrá dificultades para ganar terreno en donde importa. “Los dos países con mayor número de multimillonarios son EU y China. Ninguno de los dos implementará esto de manera realista”, dijo.
Para ser efectivo, el informe indica que los países necesitarán nuevas formas de intercambio internacional de información sobre personas ricas. Los países también tendrán que impulsar la identificación del beneficiario final de los activos financieros y de otro tipo, incluidas propiedades, empresas y otros vehículos legales.
Si algunas jurisdicciones no promulgan la medida, Zucman dijo que los países podrán emplear impuestos de salida o utilizar un mecanismo de “recaudador de impuestos de último recurso” similar al que se introdujo en el impuesto corporativo mínimo global, que entró en vigor este año.
Según la reforma, si las utilidades de una multinacional se gravan por debajo de una tasa de impuestos efectiva mínima de 15 por ciento en un país, otros países pueden cobrar un impuesto extra.
“Eso es muy importante porque proporciona incentivos para que todos los países se unan al acuerdo. No unirse significa dejar los ingresos fiscales sobre la mesa para que otros los recauden”, indicó Zucman.
Brasil, que ocupa la presidencia del G20, defiende la idea de aumentar los impuestos a los superricos y encargó el informe a Zucman.
Ministros de Sudáfrica, España, Francia y Alemania respaldan la propuesta. Zucman dijo que Bélgica, Colombia y la Unión Africana también apoyan el impuesto. Pero la secretaria del Tesoro de EU, Janet Yellen, aparentemente rechazó la idea el mes pasado.
“El objetivo del informe es iniciar la conversación, no terminarla”, añadió Zucman. “Podemos hacer que (un impuesto global a los multimillonarios) funcione, pero ahora hay que tomar una decisión política”
