Los funcionarios de Estados Unidos y China terminaron sin avances claros los dos días de conversaciones que tenían el objetivo de aliviar sus tensiones comerciales, lo que hará que la disputa comercial entre Washington y Pekín, que afecta a la economía mundial, se mantenga.
Al terminar las negociaciones en Washington, Lindsay Walters, secretaria de prensa adjunta de la Casa Blanca, dijo que las dos partes “intercambiaron opiniones sobre cómo lograr la equidad, el equilibrio y la reciprocidad en la relación económica”, pero no dio señales de que se logró algún avance serio.
En tanto, las conversaciones entre EU y México para renegociar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLC), tampoco lograron llegar a un acuerdo. Sin embargo, las charlas se extendieron hasta el fin de semana, con lo que crece la posibilidad de que aún se puedan lograr avances significativos.
Había pocas expectativas en torno a las negociaciones con Pekín, pero las conversaciones marcaron el primer intento tímido para arreglar las diferencias en el comercio entre Estados Unidos y China desde junio, cuando las relaciones económicas entre los dos países se deterioraron, lo que provocó una escalada en la batalla de aranceles.
“No creo que esta Casa Blanca haya reunido un conjunto de demandas coherentes que los chinos pudieran cumplir”, dijo Phil Levy, del Consejo de Chicago sobre Asuntos Globales.
Incluso cuando los funcionarios estaban reunidos en el departamento del Tesoro, la administración de Trump decretó 16 mil millones de dólares (mdd) en nuevos aranceles sobre importaciones de productos chinos, una decisión que Pekín igualó inmediatamente con medidas de represalia de la misma escala.
“De manera constante, desde que inició la administración dijimos que estamos abiertos a conversar con China con respecto a los problemas que tenemos con sus prácticas comerciales, sus subsidios industriales y toda la gama de intervenciones encabezadas por el Estado en la economía que afectan los mercados globales”, dijo un alto funcionario de EU.
“Pero para poder lograr un resultado positivo de estos compromisos, es realmente crítico que aborden las preocupaciones fundamentales que planteamos. Eso todavía no lo vemos”, agregó.
Según dos personas familiarizadas con las conversaciones, los representantes chinos estuvieron dispuestos a ofrecer a EU algunas medidas de apertura de mercado y a incrementar las compras de energía y productos agrícolas, al igual que garantías de que no habrá un importante debilitamiento del yuan. Pero esto todavía queda muy lejos de la enorme lista de concesiones que presentaron los funcionarios de la administración Trump en mayo, que se desestimó de forma generalizada por considerarla poco realista.
“Los chinos hicieron intentos y los siguen haciendo, pero los siguen rechazando. No creo que la Casa Blanca haya reunido un conjunto de demandas coherentes que los chinos puedan cumplir”, dijo Phil Levy, investigador senior de economía global del Consejo de Chicago sobre Asuntos Globales.
Eswar Prasad, profesor de política comercial de la Universidad de Cornell, dijo que la disputa comercial se convirtió en un “juego de la gallina muy complicado”, y agregó: “Los chinos ven una apertura para reiniciar las conversaciones pero la dificultad a la que se enfrentan es una política comercial estadunidense inflexible e impredecible”.
Pláticas de EU y China, con avances limitados
Algunos temas en los que tuvieron coincidencias fueron energía y productos agrícolas, pero con la protección de sus monedas.
Washington y Pekin /
Más notas en: https://www.ft.com