No han pasado ni cinco minutos de nuestra reunión y Kathryn Murdoch ya se metió de lleno en los tecnicismos de la reforma electoral estadunidense. Después de hablar de los puntos más delicados de la votación por orden de preferencia y de los méritos relativos de las primarias abiertas, hace una pausa y admite que le atraen los problemas que son “un poco más complicados y menos atractivos” que a otros filántropos.
Kathryn está en su oficina minimalista en Manhattan. Aquí está ella, una Murdoch, tratando de combatir las noticias falsas, de hacer frente a los que niegan el cambio climático y de atraer hacia el centro político a un país cuyas divisiones han beneficiado a su familia.
Kathryn, exejecutiva de comunicaciones, es una Murdoch desde que se casó con James, el segundo hijo de Rupert, hace 21 años. En ese tiempo, se acostumbró a que la definan por el apellido detrás de Fox News y The Sun.
Recientemente, la lista de cosas que podrían causar discordia familiar se amplió. Kathryn surgió durante las últimas elecciones estadunidenses como una importante donante de los demócratas, tuiteando “¡¡¡Lo logramos!!!” después de la victoria de Joe Biden. El año pasado, después de que una turba de simpatizantes de Donald Trump atacó el Capitolio de Estados Unidos (EU), ella y James acusaron de responsabilidad a “muchos propietarios de medios”.
Pero mientras los observadores de los Murdoch se obsesionaban con los conflictos de sucesión entre James y su hermano mayor Lachlan, Kathryn estableció una identidad independiente de los dramas familiares. En el último año, firmó una subvención multimillonaria para financiar la información sobre el cambio climático en Associated Press, otorgó 5 millones de dólares (mdd) a redacciones locales y trabajó con el príncipe Harry para combatir la desinformación sobre el tema.
Sin embargo, la mayor parte de su energía se centra en la búsqueda de un objetivo que muchos tachan de imposible: reformar y moderar la política estadunidense. “Una de las causas fundamentales de la inacción climática era que cada vez que se tenían soluciones, estas no lograban pasar por nuestro maltrecho sistema político”, explica Murdoch.
Kathryn Hufschmid nació en Oregón en 1971. Trabajó como modelo para pagar sus estudios en la Universidad de Willamette, pero salió sin graduarse antes de conocer a James en el yate de un amigo en Sydney. Se casaron en 2000 y pasaron por Hong Kong, Londres y volvieron a Nueva York cuando James recibió el mando de Star TV.
Le frustra cuando la gente la describe como la nuera liberal de Rupert. La etiqueta no le hace ningún favor, ya que necesita que tanto los republicanos como los demócratas se unan a su campaña para refundar la política estadunidense; ella prefiere el término “centrista radical”.
Lo que nos lleva a los millones que regaló. A principios de 2019, Disney compró los activos de 21st Century Fox, poniendo fin a la carrera de James como CEO. Al año siguiente, renunció al Consejo de Administración de News Corp, citando “desacuerdos” editoriales y de estrategia. De los 2 mil mdd que, según los informes, James recibió de Disney, 100 mdd se destinaron a Quadrivium, la fundación de la pareja dirigida por Kathryn.
Ella Dice...“Intentamos que el mundo sea habitale para nosotros y nuestros hijos, esa no es una causa de derecha o de izquierda; es una causa humana”
A Kathryn Murdoch le consume cada vez más el desafío de reformar la política estadunidense. “Incluso si se junta toda la filantropía en Estados Unidos”, dice, “es una gota de agua comparada con lo que gasta el gobierno, ¿verdad? Así que si (el gobierno) no funciona, realmente no tienes la capacidad de hacer un cambio real” en temas como el clima.
La investigación de Murdoch sobre cómo cambiar esto fue metódica, dicen los activistas. “En retrospectiva, me parece bastante extraordinario que ella y un miembro del personal fueran a hablar con cada uno de estos pequeños grupos democráticos”, dice Nick Troiano, de Unite America, un grupo de reforma política al que Murdoch ha dado más de 6 mdd.
Su tesis es que, con la baja participación en las elecciones primarias, los candidatos acaban satisfaciendo las pasiones de los votantes más fanáticos de sus bando. “La teoría del cambio es que cuando cambias el sistema para que sea mejor para los votantes, en lugar de los partidos, tienes más representación y, por tanto, menos gente enojada”, dice Kathryn.
Al considerar improbable un tercer partido, Kathryn Murdoch se centró en cuatro reformas: las medidas contra la fragmentación de distritos y el voto por correo; y las primarias abiertas y el voto por orden de preferencia.
Algunos congresistas apoyan las ideas de Murdoch en teoría, pero tienen dificultades para verlas funcionar en la práctica. Adam Kinzinger, un republicano moderado de la Cámara de Representantes, dice que cree que el voto por orden de preferencia, el replanteamiento de las primarias y la reforma de la redistribución de distritos son buenas ideas.
La idea de que la Fox está ampliando las divisiones de EU no es solo una cuestión de opinión de los medios rivales. Las encuestas señalan que los espectadores de Fox News son mucho menos propensos a alarmarse por el cambio climático y mucho más propensos a creer en la desinformación sobre el covid-19 que los que sintonizan CNN.
Posiblemente la política de centro nunca agite a las audiencias de la misma manera, pero sus propias consideraciones de sucesión la impulsan. “Intentamos que el mundo sea habitable para nosotros y nuestros hijos”, dice Kathryn. “Esa no es una causa de derecha o de izquierda; es una causa humana”.
srgs
