Michael Dell, fundador y director ejecutivo de uno de los grupos de computación más grandes del mundo, que lleva su nombre, está “muy enfocado” en comprar componentes fuera de China, debido a la creciente preocupación por las disrupciones en la cadena de suministro y a que los clientes de la compañía le piden que las diversifique.
Este impulso se produce en un momento de creciente tensión entre Washington y Beijing y después de que la pandemia expuso la vulnerabilidad a estas disrupciones. “Queremos garantizar la disponibilidad permanente de nuestros productos, por lo que es importante contar con una cadena de suministro más resiliente”, dijo el empresario.

Dell aún depende en gran medida de China. Muchos de sus componentes, incluidas las placas de circuitos y las carcasas, se fabrican en el país y una parte significativa del ensamble de sus productos de computación tiene lugar allí. La compañía es también uno de los tres mayores vendedores de computadoras de China, junto con Lenovo y HP.
En las últimas décadas, los grupos de tecnología desarrollaron cadenas de suministro complejas, entrelazadas y globales. Pero las empresas occidentales buscan cada vez más desenredar y reconfigurar las relaciones comerciales en China bajo la presión del gobierno estadounidense.
En 2019, Samsung cambió la producción de sus televisores y smartphones de China a Vietnam. Google y Microsoft también trasladaron parte de su producción a países vecinos, mientras que Apple intentó y tuvo dificultades para ampliar la fabricación de sus iPhones a India.
Por su parte, Dell tiene sus centros de fabricación de computadoras personales y servidores en EU y China, así como en Malasia, Brasil, India, Polonia e Irlanda.
Después de un auge de la demanda de computadoras durante la pandemia, las ventas de las PC disminuyeron en los últimos 18 meses, algo que hizo mella en el negocio principal de Dell y los fabricantes de computadoras rivales. IDC, el analista de la industria, encontró que las ventas de computadoras cayeron casi 30% en el último trimestre de 2022, niveles no vistos desde 2018. Michael Dell dijo que ya hay señales de que la demanda comenzará a recuperarse en la segunda mitad del año, a medida que las empresas inviertan más en actualizaciones tecnológicas, para atraer y conservar talento.
Y señaló que uno de los mayores motores del crecimiento en la división de infraestructura de Dell •que representa casi 40% de las ventas• es el aumento de las cargas de trabajo para el aprendizaje automático (machine learning) y la inteligencia artificial (IA). Cuando le pregunté por la preocupación de la comunidad tecnológica y científica por la velocidad a la que se desarrollan los sistemas de inteligencia artificial, como elChatGPT, dijo que está “optimista”.
“Tenemos que poner las salvaguardas necesarias, pero desde que existe la humanidad, se han contado historias sobre poderes desconocidos que provocarán todo tipo de estragos”, dijo Dell. “En la mayoría de los casos no ha ocurrido realmente, y eso se debe a que los humanos sabemos corregir el rumbo. Creo que eso es lo que haremos también en este caso”.
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