Negocios

Crimen ahuyenta a sector tecnológico de San Francisco

Fundadores de startups, ingenieros y capitalistas huyen de la ciudad ante inseguridad y desgobierno

El año pasado, después de una tarde de descanso en el Dolores Park de San Francisco, mientras dos amigos y yo caminábamos por el bullicioso distrito latino conocido como The Mission (La Misión), noté que un hombre en la banqueta de enfrente se mostraba cada vez más alterado.

Gritaba, gruñía y agitaba los brazos. Poco después, oí la detonación. Mis amigos y yo nos tiramos al suelo y nos agachamos detrás de un enorme camión blanco para protegernos. Empuñando una pequeña pistola, el hombre disparó al aire. Luego desapareció en la noche.

Más inquietante que mi roce con un pistolero real fue el hecho de que el incidente apenas se registró, en cuestión de minutos, todo el mundo volvió a ponerse en pie y la normalidad se reanudó.

Parece que todo el que vive en San Francisco tiene una historia similar que contar en estos momentos. Durante la pandemia, se exacerbaron las disparidades de riqueza que existían antes. En 2020, las sobredosis de drogas superaron a las muertes por covid en más del doble. Los campamentos de personas sin hogar se alinean junto a las hileras de las famosas y coloridas casas adosadas de la ciudad.

La delincuencia, tanto organizada como oportunista, está muy extendida, sobre todo el robo de bienes y coches. Una colega que vino a filmar a la ciudad dijo que su equipo tuvo que contratar guardias de seguridad después de una serie de robos dirigidos a los camarógrafos a punta de pistola. El mes pasado aparecieron imágenes de residentes que dejaban las puertas de los coches abiertas para que los ladrones no rompieran las ventanas. “La verdadera epidemia es la pobreza”, comenta un amigo, en una de las muchas conversaciones sobre el estado de la ciudad.

Para algunos habitantes privilegiados, incapaces de hacer frente a la desesperación y la anarquía, la respuesta tal vez pudo haber sido huir. Este mes, los ejecutivos de Silicon Valley comenzaron a compartir estadísticas que muestran que la proporción de personal que contratan en la ciudad y en el área de la bahía circundante se redujo drásticamente en los últimos años. El director ejecutivo de Coinbase, Brian Armstrong, señala que en el primer trimestre de 2019, 30 por ciento de las contrataciones de la empresa se realizaron fuera del área de la bahía; en el último trimestre de 2021, fue 89 por ciento.

El cambio se atribuye a que el mundo de la tecnología se está volviendo cada vez más global y descentralizado, lo que hace que el grupo de solicitantes sea más amplio. Pero me pregunto si también puede explicarse por el éxodo de la gente de Silicon Valley a otros centros urbanos (con impuestos más bajos).

Fundadores de startups, ingenieros en computación y capitalistas de riesgo abandonaron la ciudad de la paz, el amor y la política progresista, y muchos de ellos dejaron una diatriba sobre los motivos que les llevaron a marcharse.

“En 2000 o 2010, tenía sentido construir en San Francisco. Allí estaba todo el talento, pero ya no es así”, escribió Joe Lonsdale, capitalista de riesgo y cofundador de Palantir, al dejar la ciudad en noviembre de 2020.

Los datos de LinkedIn sugieren que muchos llegaron a Austin, mientras que el Silicon Alley de Manhattan está creciendo. El alcalde de Miami, favorable al sector de tecnología, está tratando de atraer a los talentos desplazados. La semana pasada, el jefe de Airbnb, Brian Chesky, tuiteó que abandonaba San Francisco para empezar a viajar con Airbnb: “En un pueblo o ciudad diferente cada dos semanas”.

En su apogeo de la década de 1990 y principios del 2000, los trabajadores del sector de tecnología, con sus reuniones, su uniforme (la chamarra Patagonia) y su dinero, parecían ser los dueños de San Francisco, pero el costo de la vivienda, con pronunciados aumentos desde 2012, una vida nocturna sin brillo y los brotes anuales de humo contaminante de los incendios forestales son más difíciles de pasar por alto cuando la seguridad también se convierte en un lujo.

Algunos culpan a las políticas ultrapermisivas del fiscal Chesa Boudin, que llegó al poder en 2020 con la promesa de reducir las penas de prisión y despenalizar la pobreza. La percepción que hay de no garantizar la seguridad pública ahora la aprovechan los republicanos, y se enfrenta a una destitución en junio. La alcaldesa demócrata, London Breed, pasó de predicar la “compasión” al "amor duro”; de dejar de financiar a volver a financiar a la policía.

Lo que falta es un intento meditado de abordar los problemas de fondo de la “epidemia de pobreza”. Margot Kushel, que dirige el Centro para Poblaciones Vulnerables de la Universidad de California en San Francisco, sostiene que el primer paso es abordar la agobiante necesidad de viviendas asequibles. “Las viviendas de bajo costo acaban de desaparecer de nuestro paisaje. Todos los días vemos cómo la gente se queda sin hogar”, afirma. “Es una enorme crisis política en todos los niveles de gobierno”.

La resiliencia en tiempos de crisis es vital. Pero si la ciudad quiere recuperar su corona de la tecnología, a diferencia de las aglomeraciones nocturnas de La Misión, no puede permitirse seguir como si nada.


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@The Financial Times Limited 2025. Todos los derechos reservados . La traducción de este texto es responsabilidad de Notivox Diario.

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