Aunque en los últimos seis meses la estabilidad financiera mundial ha mejorado, la incertidumbre por políticas globales es un riesgo y las autoridades deberán calibrar la combinación de éstas para reforzar la trayectoria del crecimiento incluyente a largo plazo, evitando caer en políticas aislacionistas que son políticamente convenientes pero, en última instancia, contraproducentes, señaló el Fondo Monetario Internacional (FMI).
"Un paso hacia el proteccionismo a nivel mundial podría deprimir el comercio y el crecimiento, generando salidas de capitales de los mercados emergentes. La pérdida de cooperación mundial sobre las reformas regulatoria podría revertir algunos de los avances que han hecho más seguros los sistemas financieros", indico en conferencia para presentar el Reporte sobre la Estabilidad Financiera Global el director del departamento de asuntos monetarios del FMI, Tobias Adrian.
Es así que un giro hacia el proteccionismo en las economías avanzadas podría enfriar el crecimiento y el comercio mundial, entorpecer los flujos de capital y empañar el optimismo de los mercados.
El FMI detalló que en Estados Unidos, si las reformas tributarias y la desregulación anunciadas generan trayectorias de crecimiento y de deuda menos favorables de lo esperado, las primas por riesgo y la volatilidad podrían dispararse, comprometiendo la estabilidad financiera.
En Europa, abundó, las tensiones políticas, sumadas a la falta de avance de los esfuerzos por corregir los problemas estructurales de los sistemas bancarios y a los elevados niveles de endeudamiento, podrían reavivar las inquietudes en torno a la estabilidad financiera.
En tanto, la posibilidad de un repliegue generalizado de las regulaciones financieras, o la pérdida de cooperación internacional, podría contrarrestar los avances logrados con tanto esfuerzo en el ámbito de la estabilidad financiera.
CPR
