Aunque existen leyes que prohíben la construcción de fraccionamientos en zonas aledañas a las pedreras, el relajamiento en los permisos de uso de suelo ha fomentado el crecimiento descontrolado de casas en zonas prohibidas, señaló Miguel Ángel Ibarra Rodríguez, presidente de la Asociación de Extractores de Caliza de Nuevo León.
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Ibarra Rodríguez alegó que en enero de 1982 se publicó un decreto para la reubicación de algunas extractoras, a raíz de que la zona urbana se había acercado mucho a los centros de explotación de roca caliza poniendo en riesgo la salud de las personas.
Una vez reubicadas se emitió un decreto de zonas de amortiguamiento en 1995 para las pedreras de la Sierra Mitras Poniente y el cerro San Miguel, que comprende los municipios de Santa Catarina, García, General Escobedo y El Carmen, en el se estableció que no podrían autorizarse permisos de uso de suelo en 2 mil metros a la redonda de cada empresa.
"Se han establecido algunas colonias cerca de esas áreas, pero pues son colonias que están incumpliendo ese decreto desde su origen.
"Mi llamado sería a que nos apoyen las autoridades a que se respeten esos usos de suelo para poder que el problema no se agrave con colonias residenciales cerca de las plantas porque definitivamente el anillo ese de protección existe ahí por algo", dijo.
Bajo este argumento aclaró que no estarían a favor de reubicarse, pues no es culpa de las pedreras que los municipios otorgaran permisos de uso de suelo sin prever las consecuencias.
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"No vemos nosotros necesario ni como opción la reubicación porque para eso están ahí esos decretos que se hicieron hace algunos años para evitar los problemas con la sociedad. Si hay algunas colonias o algunos asentamientos que estén dentro del área de amortiguamiento es porque están violando un decreto que ya se había establecido", dijo.