La economía de la zona euro demuestra que tiene resistencia a las consecuencias de la decisión de Gran Bretaña de salir de la Unión Europea, sugieren nuevos datos presentados ayer, incluso cuando se intensificaron las señales de una recesión en el Reino Unido.
Una encuesta que sigue muy de cerca a los gerentes de compras para la zona de la moneda única muestra que el ritmo de la recuperación solo disminuyó ligeramente después del referendo del 23 de junio.
En otro estudio sobre las proyecciones del sector privado que realizó el Banco Central Europeo, también se muestra que los economistas esperan que la decisión del Reino Unido solo tenga un pequeño impacto en la región.
El índice de gerentes de compras para la zona euro, que recopila la firma de datos Markit, cayó de 53.1 en junio a 52.9 en julio.
Si bien la actividad en la zona euro aumentó a su ritmo más lento en un año y medio, el descenso fue menos pronunciado de lo que algunos temían, y la cifra se mantiene muy por encima del nivel decisivo de 50 que marca una expansión en la actividad.
Por el contrario, la cifra comparable de Markit para el Reino Unido cayó de 52.4 por ciento en junio a 47.7 por ciento en julio, el resultado más lento desde principios de 2009.
“La economía de la eurozona mostró una sorprendente resistencia frente a la votación del Reino Unido para salir de la Unión Europea y un nuevo ataque terrorista en Francia”, dijo Chris Williamson, jefe economista de Markit, quien agregó que la fragilidad de la recuperación de la
región dejó mucho espacio para las especulaciones sobre un nuevo estímulo el próximo año por parte del Banco Central Europeo.
El brexit puede golpear el comercio entre la zona euro y el Reino Unido, y la votación británica también alimentó las preocupaciones sobre la cohesión en el futuro de la Unión Europea, lo que contribuyó a una caída más pronunciada en las acciones de los bancos en países como Italia y España inmediatamente después del referendo.
Algunos economistas esperan que los responsables de las políticas monetarias de la eurozona den a conocer una nueva ronda de estímulos en su próxima votación de políticas a principios de septiembre.
La última edición de la encuesta trimestral del banco central a los expertos en previsión económica mostró que éstos esperan que el crecimiento en la zona de la moneda única el próximo año sea 0.2 puntos porcentuales más bajo de lo que se estimaba antes, y una décima de punto porcentual más bajo en 2018.
Los economistas esperan ahora un crecimiento promedio de 1.4 por ciento el próximo año y de 1.6 por ciento en 2018, una revisión que refleja en gran medida el resultado del referendo británico, dijo el Banco Central Europeo.
Si bien, solo 28 de los 51 economistas encuestados dijo explícitamente que tomó en cuenta la votación del Reino Unido, sus rebajas solo fueron ligeramente más grandes que las de otros expertos en previsiones. Las expectativas de crecimiento a largo plazo se mantienen a un nivel de 1.7 por ciento, mientras que los pronósticos para este año se mantuvieron sin cambio a un nivel de 1.5 por ciento.
Los pronósticos para la inflación también fueron ligeramente más bajos, de 1.2 por ciento para 2017 y 1.5 por ciento para 2018, en comparación con 1.3 por ciento y 1.6 por ciento, respectivamente. Las expectativas de inflación a largo plazo y los pronósticos para este año se mantuvieron al mismo nivel de 0.3 por ciento y 1.8 por ciento.
Los pronósticos contrastan con las expectativas de inflación basadas en medidas de mercado, las cuales cayeron con fuerza tras el voto de Gran Bretaña para romper lazos con la Unión Europea.
1.2%
es el pronóstico de inflación para Reino Unido en 2017 y de 1.5% para 2018.
1.4%
es el crecimiento que auguran los especialistas para 2017 en la eurozona.