Comprar un auto será una decisión difícil en 2020, en los últimos meses se observa una tendencia en el comportamiento de los consumidores que investigan, visitan los pisos de venta, cuentan con la autorización de un crédito, pero en el momento culminante, deciden posponer la adquisición.
Para 2020 la expectativa de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA) es que el mercado se contraiga aún más luego de 30 meses consecutivos a la baja para ubicarse entre un millón 250 mil y un millón 271 mil unidades.
Con las ventas y promociones del Buen Fin que permitieron en noviembre tener mejores resultados a los esperado para 2019 se mejoró el pronóstico de comercializar un millón 304 mil vehículos a un millón 310 mil unidades.
La explicación a esta perspectiva es la incertidumbre, refirió Guido Vildozo, socio director de vehículos ligeros en América de la consultora IHS Markit. “Comprarse un carro hoy en día asusta, sin saber si van a reducir el salario o si habrá cambios. Todo eso tiene cierto grado de peso sobre el consumidor”, por lo que la perspectiva sobre el comportamiento en las ventas es que se mantengan igual o crezcan apenas uno por ciento para los próximos dos o cuatro años.
Guillermo Rosales, director general adjunto de AMDA, comentó que entre los factores que explican esta baja, que colocan al mercado en los niveles de venta más bajos en los últimos cuatro años, está una caída en la inversión y por consecuencia en la generación de empleos.
Refirió que la caída de la inversión fija bruta ha sido persistente desde 2014 y es preocupante porque disminuye la adquisición de maquinaria y equipo, por lo que se invierte menos en la generación de nuevas plantas productivas y en consecuencia hay un estancamiento en el empleo formal y en el consumo privado.
“El principal motor que favorecía al mercado interno se encuentra estancado y todo ello tiene un factor común que es la incertidumbre en nuestro país”, apuntó, aunado a ello se suman factores externos como los efectos de la guerra comercial de China con Estados Unidos, así como la expectativa de ratificación del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) en los tres países.
Rosales dijo que la industria está a la espera de que se mejoren las señales para los consumidores, para los inversionistas y que se pueda revertir este periodo de crisis en que está hundido el mercado interno automotor.
Incentivos
Entre las medidas para revertir la tendencia de menor consumo de vehículos, los especialistas del sector señalan que urgen programas de estímulo al financiamiento, mejorar las condiciones de crédito con menores tasas de interés, así como una menor carga impositiva y elevar los índices de deducibilidad.
Seis de cada 10 vehículos se adquieren mediante un esquema de financiamiento, por lo que hay dos medidas que tendrían un impacto rápido en la decisión de compra del consumidor, refirió Guido Vildozo.
Seis de cada 10 vehículos se adquieren mediante un esquema de financiamiento
Las tasas de interés para los vehículos se han incrementado comparado con lo que se tenía en los últimos años, están cerca del 13 y 15 por ciento, es importante llegar a un nueve o un 11 por ciento para que sea atractivo para el consumidor y el segundo punto de acción inmediata a cargo del gobierno es el tema impositivo.
Eduardo Solís, presidente de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA) ha insistido en aumentar el monto a deducir de los vehículos, la cual está estacada en 175 mil pesos en los últimos doce años y solicitan que se incremente a 350 mil pesos, acorde con el incremento en los precios de los vehículos y porque el precio promedio de un auto en México está entre 300 y 320 mil pesos.
Rosales insistió en que hacen falta señales mucho más definitorias para promover la confianza, “programas de estímulo al financiamiento para la adquisición de los vehículos entre otros”, agregó.
MRA