Los precios de los vinos de Barolos, Borgoña y Beaujolais están listos para aumentar, ya que la debilidad de la libra eleva el costo de las importaciones y les da un duro golpe a los aficionados a la bebida de Reino Unido.
Esta semana, en una nota para sus clientes, uno de los mayores importadores de vinos de alta calidad en Reino Unido, Enotria & Coe, dijo que los precios aumentarán al empezar octubre.
“El negocio opera en un mercado competitivo con un margen muy bajo”, dijo la compañía, y agregó que la mitad de sus vinos se surte de otras partes de Europa y que tiene una “denominación en euros, frente al que la libra se debilitó 20% desde la Navidad pasada”.
Espera que los precios de cerca de la mitad de sus vinos aumenten hasta 5 por ciento; 35 por ciento permanecerán con el mismo precio y el restante aumentará hasta 7 por ciento.
Los vendedores de vinos de Reino Unido recibieron el golpe de la caída del consumo y el aumento de los aranceles en los últimos años. El volumen de vino que se consume en Reino Unido cayó 3.9 por ciento entre 2010 y 2015, de acuerdo con Euromonitor, y estima que puede bajar 1.3 por ciento más para 2020 en caso de que se dé un “brexit desordenado”.
David Gleave es director general de Liberty Wines, que importa y distribuye principalmente a comercializadores como restaurantes. “Ahora vamos a empezar a ver que los aumentos de precio se filtran, todavía no hemos visto mucho”, dijo.
“Pero no será un panorama consistente, la libra esterlina cayó mucho más frente al dólar estadunidense y australiano que frente al euro, así que tendrá mucho menos impacto en los vinos europeos”.
El precio promedio que Liberty paga por el vino se elevó entre 8 y 12 por ciento desde el voto del brexit, agregó Gleave. Cree que esto tendrá como resultado un incremento de entre 3 y 4 por ciento para los consumidores.
“Puede afectar particularmente a los vinos de Borgoña, 2016 será una cosecha muy pequeña debido a las condiciones climáticas, y cuando eso lo unes al tipo de cambio, el resultado puede ser que se eleven considerablemente los precios”, dijo.
“La demanda por el vino cayó en los últimos años, el mercado se reduce”, agregó. “Pero el sector de alta calidad es un área de crecimiento. A medida que se elevan los precios, las líneas que se venden por precio y valor caerán en volumen, pero a los vinos que se venden por marca e imagen, si aún cuentan con un gran sabor y carácter, todavía les irá bien”.
Andrew Nielsen maneja Le Grappin, un pequeño productor de vinos en Borgoña. “Con una moneda tan volátil, la medida más inteligente que podemos tomar es vender en euros, y eso significa no vender en Reino Unido”, dijo.