La Bolsa de Valores de Sao Paulo o Bovespa de Brasil tiene planes de comprar hasta 15% de cada mercado bursátil importante en América Latina en su movimiento más audaz hasta el momento para afirmar su influencia en la región.
El operador bursátil con sede en Sao Paulo contrató a dos bancos el mes pasado para adquirir una enorme cantidad de acciones en las bolsas nacionales de México, Colombia, Chile, Perú y Argentina, para asegurar un asiento en el consejo de cada una de ellas, dijo a Financial Times Edemir Pinto, presidente ejecutivo de Bovespa.
El agresivo movimiento tiene como objetivo posicionar a Brasil como el centro de operaciones de América Latina, asestando un golpe a la incipiente alianza del MILA entre Chile, Perú y Colombia al que México aceptó unirse este año.
“Pasamos tres años intentando negociar con todos estas bolsas de una manera más amistosa … pero llegó un momento en el que tuvimos que tomar una decisión institucional”, dijo Pinto.
Bovespa espera que un asiento en el consejo de cada mercado bursátil, le dé un perfil más alto que aliente a más inversionistas en Latinoamérica a operar acciones de empresas brasileñas y viceversa, lo que ayudará a revivir el índice accionario en dificultades de Brasil y aumente la liquidez en la región.
Este año fue particularmente malo para el índice de acciones Bovespa de Brasil que únicamente tuvo una oferta pública inicial mientras que la Copa del Mundo llevó al país anfitrión aficionado al futbol a una parálisis y las elecciones presidenciales de octubre causaron meses de volatilidad.
Pinto dijo que espera que la ola de adquisiciones de Bovespa en la región tengan un costo de entre 60 y 70 millones de dólares. Sin embargo, el plan no hubiera sido posible sin los mil 500 millones de reales (595 millones de dólares) que el operador bursátil brasileño ha gastado en los últimos años para renovar su infraestructura de operación, agregó.
Pinto dijo que la junta de Bovespa acordó la ola de adquisiciones en julio, un mes después de que México tomó una decisión que cambió el juego, unirse a MILA, conocido también como Mercado Integrado Latinoamericano.
Desde su formación en 2010, MILA ha luchado con problemas regulatorios y no ha logrado atraer los volúmenes de operaciones que sus fundadores habían previsto originalmente. Sin embargo, con México a bordo, MILA ahora casi duplicará su tamaño y por primera vez hará ver pequeño a la bolsa brasileña, amenazando con aislar aún más al país de habla portuguesa del resto del bloque comercial de la Alianza del Pacífico de Chile, Perú, Colombia y México.
Además de la ambición para integrar los mercados de la región, Bovespa planea usar su nueva tecnología para actualizar la infraestructura de operación de otros países, casi de la misma manera que ya hizo con Chile al ayudarlo a desarrollar sus mercados de derivados desde 2012.