El Banco de México (Banxico) destacó la desaceleración en la creación de empleos formales, que es reflejo de la debilidad de la economía, así como un mercado laboral de baja calidad, cuyo aumento en los salarios no corresponde con la productividad.
De acuerdo con la minuta de la reunión de política monetaria del pasado 15 de noviembre cuando la Junta de Gobierno del Banxico decidió bajar a 7.5 por ciento la tasa de interés de referencia, a octubre de 2019 la tasa de crecimiento de empleos formales anuales fue 1.68 por ciento, menor al 3.74 por ciento registrado el año previo.
Además, la tasa de desempleo ha registrado un incremento moderado, lo que ha estado acompañado de aumentos en la tasa de subocupación y en la ocupación en el sector informal.
Un miembro de la junta argumentó que, además de atonía, el mercado laboral se caracteriza por una creación de puestos de trabajo en buena medida de baja calidad o que no permiten satisfacer las necesidades de los trabajadores, otro añadió que también ha reflejado una trayectoria de los salarios que ha sido incompatible con la evolución de la productividad.
Ante bajo crecimiento, importante reforzar perspectivas crediticias del soberano y Pemex
El Banxico indicó que en el último año y medio, el crecimiento del país ha sido prácticamente nulo y la nación enfrenta importantes riesgos, por lo que es particularmente importante que además de seguir una política monetaria prudente y firme, se impulse la adopción de medidas que propicien un ambiente de confianza y certidumbre para la inversión, una mayor productividad y que se consoliden sosteniblemente las finanzas públicas.
En este sentido, es necesario reforzar las perspectivas crediticias del gobierno soberano y de Petróleos Mexicanos (Pemex), así como cumplir las metas fiscales para 2019 y los objetivos del Paquete Económico 2020.
Profundizando sobre la situación financiera de Pemex, la mayoría de los integrantes de la Junta de Gobierno reconoció que los esfuerzos de refinanciamiento de los pasivos externos de la empresa han tenido un impacto favorable, reconocido por el mercado; no obstante, la mayoría advirtió que el plan de negocios continúa siendo motivo de preocupación para las agencias calificadoras.
Un miembro expresó que los resultados financieros de la empresa productiva del Estado, al tercer trimestre de este año, muestran que aún es prematuro considerar que se han superado los problemas estructurales que le han impedido ser rentable.
Asimismo, señaló que el Fondo Monetario Internacional (FMI) apuntó que es necesario revisar el plan de negocios de la empresa. Otro notó que hay escepticismo sobre la capacidad de Pemex para cumplir con sus metas de producción y de reemplazo de reservas y aseveró que una de las agencias calificadoras, cuya posición es decisiva para el mantenimiento del grado de inversión de la empresa, ha señalado que los niveles de inversión de la misma se ubican muy por debajo de los que, a su juicio, se requieren para aumentar la producción y las reservas.
Algunos miembros indicaron que, en virtud de lo anterior, los mercados parecen seguir descontando que Pemex perderá el grado de inversión.
Pemex ejercerá presión en finanzas públicas
Ante este escenario, advirtieron que esta empresa podría requerir apoyo adicional del Gobierno Federal, lo que ejercería mayor presión con sobre las finanzas públicas, las cuales ya enfrentan a el reto de lograr los ingresos programados para el próximo año, en un entorno en que la actividad económica puede ser menor a lo proyectado originalmente.
Un miembro señaló que, en virtud de lo anterior, la calificación de la deuda soberana puede también verse afectada y otro integrante mencionó que de acuerdo con el FMI, la debilidad de los ingresos públicos puede generar presiones y que, en ausencia de medidas adicionales para elevar ingresos o reducir gasto, estima que surgirá un faltante fiscal de entre 0.5 y 1.5 por ciento del producto interno bruto (PIB) durante los próximos cinco años.
MRA