Tras cerrar 2015 con ingresos récord por 85 mil millones de dólares y un crecimiento anual de 6 por ciento, Industria Nacional de Autopartes (INA) anticipa una desaceleración este año, frente a una baja en la exportación de autos en América Latina y un avance lento de la industria automotriz en Norteamérica.
El presidente de INA, Óscar Albín, destacó que el crecimiento récord logrado en 2015 se atribuyó al vigor de la industria automotriz de Estados Unidos, que creció 4 por ciento en la producción, y a la puesta en marcha a toda su capacidad de la segunda planta de Nissan, de Mazda y de Honda en México.
Para este año se anticipa un crecimiento de 4 por ciento, menor que el año pasado, porque la producción y venta de autos en el mercado más importante para México, Estados Unidos, en el último trimestre de 2015 fue menor a la esperada.
La industria de autopartes para 2016 será apoyada por el inicio de la producción de Audi y Kia, que observarán una curva de aprendizaje en sus primeros meses de operación, pero aun así el avance de este sector será superior al de la economía mexicana.
Albín consideró que frente a un menor crecimiento de la economía brasileña en los próximos tres años, y de América Latina en general, la exportación de vehículos a los países firmantes del Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP) será una ventana de oportunidad, un mercado alterno para los dos millones de vehículos adicionales que se producirán en México.
Sin embargo, reconoció que el mercado alterno del TPP, que abre oportunidades para exportar a Australia, Nueva Zelanda y Malasia, será viable dentro de dos años; por ello, ante un menor consumo de autos en Estados Unidos y América Latina, ese tiempo será un reto para la industria automotriz mexicana.
De acuerdo con Albín, la volatilidad del tipo de cambio no afectará el desempeño de la industria, porque se tienen contratos a dos o tres años, incluso, observó, se convierte en una oportunidad para incrementar las exportaciones.
La industria de autopartes es altamente exportadora, con una participación de 70 por ciento de su producción, por lo que un tipo de cambio a la baja favorecerá; no obstante, Óscar Albín apuntó que será una ventaja temporal, porque los países competidores, como India, China, Japón, Brasil y Canadá, también enfrentan una devaluación frente al dólar. “Si todos los competidores tienen la misma oportunidad, esa ventaja se pierde” dijo.
Una baja en el tipo de cambio abre oportunidad también para la sustitución de importaciones, las cuales durante 2015 sumaron 41 mil millones de dólares, con un crecimiento de 6 por ciento respecto a 2014; por ello, dijo, se debe impulsar el desarrollo de proveedores nacionales, sobre todo los de segundo y tercer nivel; es decir, proveedores para las empresas de autopartes y de materias primas.