Por generaciones sus familias han trabajado el barro para realizar piezas utilitarias, sin embargo, Federico Carrillo Reyes, Citlalli Tahuilan y Jesús Adrián León Tahuilan, decidieron emprender el taller denominado Ci-tlalli, ubicado en el municipio de Metepec, Estado de México, donde lejos de hacer jarrones, platos y ollas de barro, decidieron darle conservar la tradición de elaborar coloridos y monumentales árboles de la vida, que llevan a distintas ciudades de México.
“Nosotros tenemos ya conformados cinco años en nuestro taller de árboles de la vida, somos la primera generación en la familia que se ha enseñado en esta técnica, nuestros padres y abuelos han trabajado el barro pero en piezas utilitarias como cazuelas, macetas, ollas, sahumerios, para la cocina o el hogar”.
Este grupo de jóvenes mexiquenses tomaron la decisión de elaborar piezas de ornamentales de uso decorativo para el hogar, a diferencia de la herencia creativa de sus ancestros.
Algunas publicaciones refieren a Metepec es un pueblo de artesanos, en donde se ubican más de 300 talleres familiares que trabajan el barro en sus distintos tipos como el natural, pigmentado, tradicional vidriado, vidriado libre de plomo y también la cerámica de alta temperatura y el de Ci-Tlalli Árboles de la vida, localizado en el barrio de Coaxustenco es sólo uno de ellos.
Sus edades apenas rondarán los veinte años, pero son jóvenes que han preferido adentrarse en su arte hecho con barro que adentrarse en otros oficio que quizás otros hubieran elegido: “A nosotros nos llamó más la atención el oficio de nuestros padres, nuestros abuelos y toda la gente que viene atrás de nosotros”.
Tras estar en Torreón por algunos días y participar en la feria artesanal Tlaqueparte, Carrillo Reyes explicó que el barro lo obtienen directamente de personas que lo extraen de las minas en el Estado de México, en donde personas que tiene maquinaria especial, lo obtiene y distribuye el barro en terrón.
La preparación del barro, aunque no es complicada sí tiene que seguir ciertos procesos: “Al ser extraído, el barrio viene con piedras y otro tipo de rocas que entorpecen su trabajo; de ahí que cuando está en terrón, se separa el barro de otros elementos que pueden perjudicar el proceso de elaboración pasando luego a la molienda, misma que se hace con un rodillo grande o molinos”.
En la preparación se le agregan otros elementos como la flor de tule, que tiene como objeto dar consistencia al barro para elaborar piezas grandes, esto se viene realizando de generación por generación, todo se integra al barro y luego se pasa al modelado de las piezas, sea un árbol, un nacimiento, o piezas en miniatura, de ahí consiste la preparación del barro en sus distintos colores.
El decorado y modelado a mano, así como el pimentado donde se agrega un mineral a mano, con el fin de unir los colores y se mete al horneado, que debe llegar de 550 a más de 800 grados de temperatura, dependiendo del color y el efecto que se le quiera dar a cada pieza.
Dentro del trabajo que el taller de alfarería Ci-Tlalli está realizando por medio de estos jóvenes, es el dar talleres de elaboración de los Árboles de la Vida en cada exposición comercial que realizan. para que de esta manera se tome conciencia del trabajo y el esfuerzo que imprimen los artesanos en estas piezas.