La nueva administración de Arabia Saudita, que está bajo la construcción de Mohammed bin Salman, el poderoso príncipe heredero sustituto de la monarquía, se apresuró a deshacerse de los ministros a los que considera ineficientes o que no van en la línea del actual tono reformista que prevalece en la corte real.
Ali al-Naimi, alguna vez el súbdito más influyente de Arabia Saudita y durante décadas el rostro de la política de energía del mayor exportador de petróleo del mundo, se convirtió en el ministro más importante al que se sustituye a la fecha. Su compañero Khalid al-Falih, un veterano de Saudí Aramco que desempeña un papel influyente en la conformación de los planes reformistas del príncipe Mohammed —que incluyen sacar a bolsa parte de la compañía petrolera estatal—, el sábado asumió el cargo como ministro del petróleo.
Su nombramiento debe ofrecer un grado de continuidad a la política petrolera. Tanto el príncipe, de 30 años de edad —conocido como MbS en los círculos occidentales— como Falih indicaron que creen que mantener alta la producción es la mejor estrategia en una industria que se transforma por los recursos no convencionales.
“Arabia Saudita nunca propuso tomar el papel de equilibrar el mercado contra el desequilibrio estructural que surge”, dijo Falih este año en el Foro Económico Mundial en Davos.
Pero el ascenso del príncipe Mohamed a lo más alto del liderazgo petrolero del país plantea preguntas sobre el futuro de las políticas.
Daniel Yergin, autor de The Prize (El Premio), una historia sobre la industria petrolera, y vicepresidente de IHS, el proveedor de datos, dijo que Falih llevará una “verdadera comprensión estratégica” con respecto al papel del petróleo “en el programa general de reforma”. Desempeñará un papel clave en los planes del príncipe para privatizar una parte de Saudí Aramco, lo que ayudará a financiar su programa de crear un fondo soberano de dos billones de dólares para acelerar (para 2030) el final de la dependencia que tiene el reino en el petróleo.
El príncipe heredero sustituto busca otorgar la independencia del productor petrolero estatal y cambiar sus activos bajo el fondo soberano Fondo de Inversión Pública, algo que probablemente es ajeno a la visión del mundo de Naimi, el ex ministro petrolero y quien se forjó en la lucha del reino para nacionalizar su riqueza petrolera. El ex ministro del Petróleo, de 81 años de edad y quien estuvo por 20 al frente del ministerio, planteó cuestionamientos sobre los planes de aumentar los precios de energía para los ciudadanos y argumentó a favor del statu quo paternalista.
“Naimi era demasiado viejo, no lograba encajar en la nueva forma de pensamiento”, dijo un banquero saudita. “Naimi consideraba a Aramco como parte del Ministerio del Petróleo”.
Pero bajo Naimi había varias certidumbres: Arabia Saudita no iba a politizar sus recursos petroleros y había expectativa de que el reino tendría un colchón en la capacidad excedente para evitar que los precios aumentaran demasiado.
El príncipe heredero sustituto ya indicó que está dispuesto a utilizar el petróleo como una herramienta política, y se espera que el reino pueda acelerar fácilmente la producción a más de 11 millones de barriles al día, ahora que Irán, su rival regional, intenta recuperar su participación de mercado después de años de permanecer con sanciones.
El mes pasado aisló a su Ministerio del Petróleo y frustró el primer gran intento para revertir la caída de los precios cuando insistió en que Irán debe ser parte de cualquier acuerdo para congelar la producción después de que el equipo de Naimi informó que la participación de Riad no dependía de Teherán.
Falih dijo ayer que el reino “mantendrá estables sus políticas petroleras”, pero hizo eco de los recientes comentarios del príncipe Mohammed, y destacó la condición de Arabia como el único país con una significativa capacidad adicional que lo posiciona como el beneficiario natural de un incremento de la demanda. “Nos comprometemos a satisfacer la demanda actual y adicional de hidrocarburos que tenga nuestra creciente base global de clientes, con el respaldo de nuestra actual capacidad máxima sustentable”, dijo.
Se espera que haya poca claridad en la siguiente reunión de la OPEP en junio. El reino normalmente eleva considerablemente la producción para alimentar las plantas eléctricas en los meses de verano y de esta manera ayudar a satisfacer el enorme aumento del uso de aire acondicionado. Aún está por verse si el incremento de la producción se mantendrá cuando pase el verano.
Pero con la visión de la planeación económica del príncipe Mohammed de que la industria petrolera de Arabia Saudita tenga un papel menos importante para el reino, puede haber un incentivo para producir más crudo y asegurar los ingresos que ayuden a la transición de la economía pospetrolera.
“Esta es una nueva era para la política petrolera saudita y está llena de incertidumbre”, dijo Amrita Sen, jefe economista de Petróleo de Energy Aspects, la consultora de investigación. “Probablemente habrá más volatilidad en los mercados petroleros”.
20 años
Periodo durante el que Ali Al-Naimi estuvo al frente del Ministerio del Petróleo saudita.
11 millones
Cantidad de barriles de crudo diarios que planea producir el país para abaratar más el precio del energético.
2030
Año para el que Arabia Saudita contempla independizar a su economía del petróleo.