Las aerolíneas mexicanas aprendieron de las afectaciones sufridas entre 2011 y 2014 a raíz de los altos precios de la turbosina, y en consecuencia se han dedicado a comprar mayores coberturas de este energético para así estar protegidas contra sus aumentos.
De acuerdo con información del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), desde principios del año pasado se ha registrado un aumento en el precio de la turbosina, derivado principalmente de una situación similar de incrementos por la que ha pasado el petróleo, además del costo que implica la transformación del energético.
Hasta julio de este año el energético utilizado en la aviación tenía un precio de 8.1 pesos por cada metro cúbico, un alza de 17.3 por ciento en comparación con enero de 2015.
Ante este escenario, aerolíneas como Volaris y Aeroméxico han aumentado la compra de coberturas, las cuales les aseguran un precio establecido de la turbosina; este energético es de sus principales costos, con 30 por ciento del total.
José María Flores Barrera, analista del banco Ve por Más, explicó que la forma como operan estos instrumentos financieros, es que la empresa compra este energético a una institución a un cierto precio, por lo que si en el mercado se cotiza por arriba, ya certificó que tendrá un ahorro.
El caso de Volaris es el más claro, ya que desde el tercer trimestre del año pasado ha incrementado la compra de sus coberturas; en ese periodo, éstas eran de 45 por ciento del total del combustible.
Derivado de los aumentos que se empezaron a tener en la turbosina fue que la aerolínea, comandada por Enrique Beltranena, subió para el cuarto trimestre la adquisición de este instrumentos financiero a 50 por ciento.
En los siguientes meses, la compañía de bajo costo continúo aumentado la compra de coberturas al grado que para el segundo trimestre de 2016, la cifra ya se encontraba en 62 por ciento del combustible que utilizará.
El especialista Flores Barrera, de Ve por Más, afirmó que el incremento en la turbosina es un riesgo manejable para Volaris, gracias a este tipo de instrumentos financieros.
Por su parte, Andrés Fabre, director general de la Aeromar, afirmó que la subida al precio de este combustible siempre representa un riesgo, ya que es de los principales costos que tiene la aerolínea y mete presión en las finanzas de la empresa.
El directivo mencionó que para la compañía que comanda la afectación es menor, ya que debido a sus aviones ATR tienen un menor consumo y por ende mayor eficiencia; mencionó que el incremento en la compra de coberturas les da margen para no tener problemas financieros.
En el caso de Aeroméxico, en el primer trimestre de este año, las coberturas del energético estaban en un rango de entre 40 y 60 por ciento, pero ante el incremento en su precio se decidió para el segundo trimestre de este año una cobertura del 50 por ciento del total.
Para hacer frente al riesgo de incrementos en el precio del combustible, Grupo Aeroméxico ha decidido continuar con la estrategia para cubrir el consumo de combustible para los próximos 12 meses, señaló en su reporte trimestral.
La empresa dijo que esta política de gestión de riesgo permite que la compañía se beneficie de la reducción en el precio de mercado del combustible, al tiempo que se mantienen las coberturas y se limitan las pérdidas máximas al valor de las primas pagadas por dichas opciones.
CLAVES
DEL PASADO
De 2011 a 2014 el precio del energético para la aviación se encontraba en niveles altos, de entre 10.5 y 12.3 pesos por cada metro cúbico, lo que causó estragos en las economías de las aerolíneas, al grado de generar pérdidas financieras.
Alejandra Marcos, subdirectora de análisis y estrategia de Intercam Casa de Bolsa, señaló que la compra de coberturas es común entre las empresas del sector, para protegerse y no verse afectadas como en el pasado.