Adidas no enfrenta una presión para reducir su cartera más allá de la venta de la marca de calzado Rockport y otros sellos de golf, a pesar de la llegada de tres grandes accionistas activistas, dijo el director financiero del grupo alemán de ropa deportiva.
En 2015 los inversionistas estadunidense Mason Hawkins, el belga Albert Frère y el multimillonario egipcio Nassef Sawiris aumentaron su participación en Adidas.
Hawkins y Sawiris, a principio de este mes, construyeron una entidad combinada de coinversión enfocada en empresas europeas.
Sus compras llevaron a la especulación de que pueden presionar al grupo alemán para que se deshaga de los activos de bajo rendimiento, como Reebok o la marca estadunidense de golf TaylorMade.
Uno de los 20 principales inversionistas dijo que los accionistas esperan que el trío exija un papel en la búsqueda del sucesor de Herbert Hainer, presidente ejecutivo de Adidas, cuyo contrato termina en 2017.
Pero Robin Stalker, director financiero de Adidas, dijo que los inversionistas no presionaron al grupo para la venta de activos.
“Nunca sostuve una conversación donde alguien me presionara para hacer algo”, dijo en una entrevista con Financial Times.
Stalker reconoció que la empresa, que registró utilidades de operación de 1.08 mil millones de euros a partir de ventas de 12 mil 700 millones de euros en los primeros nueve meses del año, todavía no logra su ambición de llegar a un margen de operación de dos dígitos.
Pero dijo que Adidas tuvo “buenas conversaciones” con Southeastern Asset Management, de Hawkins, y GBL, de Frère. Añadió que el grupo todavía no habla con Sawiris, quien acumuló su participación mediante el vehículo de inversión NNS Holding.
Lo que fue interesante para todo el mundo es que dijimos que estamos dispuestos a darle una mirada a nuestra cartera. Logramos buenas revisiones por eso”, dijo Stalker.
Después de vender el negocio de calzado, Rockport, Adidas indicó que podría vender sus marcas de golf Adams y Ashworth.
El grupo planea tomar una decisión en el primer trimestre del próximo año acerca de separarse también de la empresa TaylorMade, que, al igual que otras marcas de golf, le afectó el descenso en la popularidad del deporte.
Stalker dijo que Adidas tomará una decisión con base en cómo encaja la marca TaylorMade en su estrategia general.
“Nos enfocamos más en productos suaves y calzado que en productos duros. La parte de golf de TaylorMade es de productos duros... si tenemos que decidir por una desinversión, tiene que ser a un precio justo. No tenemos la necesidad de vender TaylorMade”, dijo.
La llegada de nuevos inversionistas llega en un momento crítico para Adidas, que en marzo lanzó una nueva estrategia en una apuesta para aumentar la rentabilidad y cerrar la brecha que tiene con su archirrival Nike.
Un componente clave en la estrategia es el empuje de mercadotecnia en EU, donde Adidas invierte fuerte para recuperar terreno después de que el año pasado perdió su segundo lugar en el mercado con Under Armour.
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