El primer ministro griego Alexis Tsipras solicitó hoy la implicación de un quinto miembro en el grupo de acreedores de su país, el Parlamento europeo, "única institución europea investida de un mandato popular directo".
Tsipras escribió hoy al respecto al presidente del Parlamento europeo Martin Schulz: "Demando la implicación directa y completa del Parlamento europeo en tanto que quinto actor en esto que se llama el 'cuarteto de acreedores', UE, BCE, FMI y el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), en particular en el proceso de evaluación de la puesta en marcha de un tercer plan de ayuda al país, concluido en la cumbre europea del 12 de julio".
Tsipras observa que esta posibilidad está prevista en los textos europeos, para los Estados miembros que "sufran serias dificultades de estabilidad financiera". El primer ministro heleno indica "considerar como políticamente imperativo que la única institución europea investida de un mandato popular directo, actúe como garante último de la responsabilidad económica y de la compatibilidad de la política económica en Europa con los logros (o alcances) políticos y sociales".
Una fuente gubernamental griega añadió por su parte que Tsipras conversó hoy por teléfono con Schulz, y que éste acogió "positivamente esta demanda, agregando que ya había sido formulada por varios grupos políticos en el Parlamento europeo".
Eurozona aprueba ayuda
De otra parte, los ministros de Finanzas de la zona euro aprobaron hoy desbloquear un primer tramo de ayuda a Grecia, con lo que el país podrá reembolsar desde el jueves 3,400 millones de euros al Banco Central Europeo (BCE), anunció un comunicado del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE).
El consejo de administración del MEDE, compuesto por los ministros de Finanzas de los 19, "aprobó el programa para Grecia", indicó el comunicado. Grecia recibirá inmediatamente una suma de 23 mil millones de euros, confirmó una fuente cercana.
Los 19 estaban esperando, antes de autorizar esta entrega, que los Parlamentos nacionales llamados a pronunciarse sobre el nuevo programa de ayuda a Grecia, lo hicieran.
El último obstáculo fue levantado hoy con la votación del Bundestag alemán a favor de ese plan, que incluye ayuda financiera, bajo forma de préstamos, que pueden ir hasta 86 mil millones de euros en tres años, y un memorándum con muchas medidas de austeridad y reformas en Grecia. Los ministros de Finanzas de la zona euro habían acordado el viernes otorgar el primer tramo de una ayuda total de 26 mil millones de euros.
La primera entrega de 23 mil millones de euros se divide en diez mil millones, que se colocarán en una cuenta aparte destinada a ayudar los bancos griegos, y trece mil millones de euros que permitirán que Atenas reembolse, a partir del jueves 3,400 millones de euros al BCE (de los cuales 200 millones son intereses).
La suma facilitará también reembolsar 7,160 millones de euros de un préstamo puente, acordado por la UE en julio para que Grecia pudiera hacer un anterior pago a la BCE y reembolsar sumas debidas al otro gran acreedor público, el FMI. Quedan pendientes tres mil millones de euros de este primer tramo, que serán suministrados en septiembre u octubre, en función de las reformas aplicadas.
El Parlamento alemán aprobó hoy por amplia mayoría el tercer plan de ayuda a Grecia, en una votación que puso de manifiesto que el descontento en las filas conservadoras con la canciller Angela Merkel es limitado. De los 585 diputados presentes (de los 631 del Bundestag), 454 votaron a favor, 113 en contra y 18 se abstuvieron, según los resultados oficiales de la votación.
En total, 63 diputados conservadores del CDU/CSU de la canciller han votado en contra y otros 17 no participaron en la votación. Otros tres se abstuvieron. Aunque estuvo presente en el Bundestag, la canciller dejó en manos de su ministro de Finanzas, Wolfgang Schäuble, la defensa de este nuevo crédito.
Schäuble reconoció que "no hay garantías" de éxito del nuevo plan, pero dijo a los parlamentarios que "sería irresponsable" no dar una nueva oportunidad a Grecia. "Si Grecia asume sus responsabilidades y si el programa se lleva a cabo de manera completa y decidida, entonces la economía griega podrá crecer en los próximos años", dijo el ministro.
El Bundestag había aprobado ya el 17 de julio el inicio de las negociaciones para este plan de ayuda, el tercero a Atenas desde 2010. El secretario general de la CDU, Peter Tauber, había dicho que votar en contra "significaría una puñalada en la espalda a la canciller", cuya popularidad está en sus cotas más altas y a la que muchos analistas auguran ya un cuarto mandato al término de las legislativas de 2017.
Según un estudio del Instituto Leibnitz de investigación económica (IWH), Alemania ha obtenido unos cien mil millones de euros de la crisis europea de la deuda al beneficiarse, sobre todo, de los bajos tipos de interés que paga por endeudarse.
La labor de Merkel se había visto dificultada por la posición del Fondo Monetario Internacional, que ha pospuesto hasta octubre su decisión de participar o no en este nuevo rescate, ya que lo condiciona a una reducción sustancial de la "insostenible" deuda griega.
Los alemanes se oponen de plano a esta exigencia, aunque esperan que el FMI participe, ya que consideran que sería una garantía para que Grecia devuelva estos préstamos. Schäuble se dijo "confiado" en que los europeos y el FMI lleguen a una "posición común sobre la sostenibilidad de la deuda" griega y la institución de Washington participe en el nuevo plan de ayuda.
Aeropuertos privatizados
Mientras, el gobierno griego aprobó la concesión de 14 aeropuertos regionales al consorcio alemán Fraport-Slentel por 1,230 millones de euros, según un decreto publicado el martes en el Diario Oficial.
La cesión de la gestión de los aeropuertos a la empresa alemana por un periodo de cuarenta a cincuenta años, y que había recibido el visto bueno del gobierno anterior, quedó en suspenso tras la elección en enero pasado del primer ministro de izquierda Alexis Tsipras.
En julio, la agencia griega para las privatizaciones Taiped publicó de nuevo la licitación, pidiendo que el consorcio fuera de nuevo designado y concluyera la transacción. El decreto publicado el martes en el Diario Oficial indica que el gobierno griego "aprueba" la decisión de Taiped.
El decreto está firmado por el vice primer ministro Yannis Dragasakis, el ministro de Finanzas Euclides Tsakalotos, el ministro de Economía Yorgos Stathakis y el ministro de Energía y Desarrollo Productivo Panos Skourletis.
En noviembre de 2014, antes de la llegada de Tsipras al poder, la empresa alemana había ganado la licitación organizada por Taiped por 1,230 millones de euros. Asimismo, tendrá que pagar un alquiler de 22.9 millones de euros anuales al Estado griego.
En un comunicado, Fraport se alegra de haber ganado la "oferta de privatización" y de convertirse en el "nuevo propietario". Los aeropuertos afectados se sitúan en las ciudades más turísticas como Tesalónica, Corfú, Rodas, Kos o Santorini. Se trata de la primera privatización de infraestructura del gobierno de Syriza.
En abril, Grecia había privatizado los derechos de las apuestas hípicas, operación que también inició el gobierno anterior, cediéndolas por 20 años a una filial de la empresa grecocheca de apuestas deportivas Opap por 40.5 millones de euros. La privatización de los aeropuertos forma parte del acuerdo con los acreedores del país, aprobado el 14 de agosto por el Parlamento griego.
Los acreedores exigen la creación de un fondo de privatizaciones de 50 mil millones de euros -puertos, aeropuertos y ferrocarriles principalmente -, que estará gestionado por Atenas pero supervisado por las instituciones internacionales.
El ala izquierda de Syriza, crítica desde la votación de este acuerdo que incluye numerosas medidas de austeridad, a cambio de 86 mil millones de euros, reaccionó inmediatamente este martes en su página web. "Es la primera acción del memorando (plan de ayuda) para la venta general de Grecia", denuncia en un artículo colgado en su portal la Plataforma de Izquierda de Syriza.