El gobierno ruso advirtió ayer que hará frente a "las nuevas amenazas militares" que percibe en Ucrania y al incremento de la presencia militar de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) cerca de sus fronteras y acusó a las potencias de Occidente de avivar una escalada de violencia en el conflicto ucraniano.
El plan que la Alianza militar adoptará esta semana "demuestra que los líderes de Estados Unidos y la OTAN quieren continuar con su política de exacerbar las tensiones con Rusia", denunció Mijail Popov, subsecretario adjunto del Consejo de Seguridad Nacional de Rusia, en alusión a la reunión de los 28 líderes occidentales que inicia mañana en Gales (Reino Unido), con la presencia del presidente estadunidense, Barack Obama.
El mandatario llegó ayer a Tallin, capital de Estonia y tiene previsto reunirse hoy con el primer ministro, Raavi Roivas, y con tres presidentes de la región del Báltico, preocupados por la crisis política y militar entre Ucrania y Rusia.
Los líderes de la zona temen que el actual enfrentamiento bélico entre los separatistas pro rusos en el este y sur de Ucrania, se extienda y pueda afectar sus fronteras.
El funcionario ruso Popov se quejó de que la OTAN evalúa subjetivamente los acontecimientos en Ucrania y que están extrayendo conclusiones incorrectas, a la par que se adoptan medidas inadecuadas.
En el terreno de batalla, las fuerzas separatistas mantenían el control militar ante el ejército federal ucraniano, que acusa al gobierno del presidente ruso Vladimir Putin de estar detrás de los rebeldes y de haber enviado tropas de apoyo desde la frontera común.
Los separatistas mantienen la presión sobre el aeropuerto de Donetsk, controlado por el ejército ucraniano, el cual debió retirarse el lunes del aeropuerto de Lugansk, según constató ayer la agencia AFP.
Quince soldados ucranianos murieron en las últimas 24 horas en los enfrentamientos, informó el vocero militar ucraniano, Andri Lysenko.
El gobierno del presidente ucraniano, Petro Poroshenko, pidió "ayuda" a las potencias occidentales y "decisiones cruciales" a la OTAN, al tiempo que anunció la intención de reanudar su proceso de adhesión a la Alianza atlántica, anulado por el anterior gobierno pro ruso de Viktor Yanukóvich.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) advirtió ayer que el agravamiento del conflicto podría obligar a aumentar en 19 mil millones de dólares adicionales el plan de rescate existente, que es de 27 mil millones.
El conflicto armado en el este de Ucrania dejó más de dos mil 600 muertos desde que comenzó a mediados de abril, tras asumir el poder Poroshenko.