La presidenta brasileña Dilma Rousseff decretará el lunes un bloqueo de gastos por diez mil millones de reales (unos 2,631 millones de dólares) como forma de equilibrar las cuentas públicas ante la demora del Congreso en aprobar la nueva meta fiscal, informó hoy la agencia oficial de noticias ABR.
La Presidencia afirmó que se trata de una situación "absolutamente momentánea" y que no es problema financiero. Según el portal del diario O Globo, entre los gastos bloqueados está el pago de los servicios de agua, luz, teléfono, becas en Brasil y en el exterior y fiscalización ambiental, de trabajo, de recaudación federal y de la Policía Federal.
Asimismo, Rousseff canceló los viajes que tenía previsto realizar a Japón y Vietnam entre los días 1 y 4 de diciembre, después de participar de la cumbre sobre el cambio climático de la ONU, que se realizará en París. El problema que enfrenta el Gobierno es que a comienzo de año estipuló una meta de superávit primario de 55 mil millones de reales (unos 14,473 millones de dólares).
No obstante, ante la dificultad de recortar gastos e incrementar los ingresos, el gobierno revisó la meta prevista para este año, y pasó a prever un déficit primario de 51,800 millones de reales (unos 13,600 millones de dólares), que debe ser aprobado por el Congreso.
La votación sobre el asunto estaba prevista para esta semana, pero a raíz del arresto del senador oficialista Delcidio Amaral, implicado en el escándalo de corrupción en Petrobras, la votación fue aplazada para la primera semana de diciembre.
Rousseff, a París
La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, viajó hoy hacia París para asistir a la Cumbre de la ONU sobre el Cambio Climático (COP21), después de cancelar las visitas que haría posteriormente a Vietnam y Japón.
Rousseff llegará a París este sábado, pero no tendrá actividades oficiales hasta el lunes, cuando intervendrá ante la COP21, según la agenda difundida hoy por la Presidencia.
Las relaciones entre el Gobierno y el Parlamento brasileño se agrietaron aún más esta semana tras la detención del jefe del grupo oficialista en el Senado, Delcídio Amaral, arrestado por su supuesta intención de sobornar a un detenido por las corruptelas en Petrobras a cambio de que no colaborase con la justicia en las investigaciones.
Amaral, miembro del gobernante Partido de los Trabajadores (PT) y muy próximo a Rousseff, fue detenido este miércoles y su arresto ha estremecido al Congreso, que por ese hecho canceló esta semana la votación de proyectos de ley claves para un ajuste fiscal que el Gobierno impulsa para intentar atajar la crisis económica.
Si bien canceló sus visitas a Vietnam y Japón, Rousseff mantuvo su viaje a París, donde el próximo lunes presentará ante la COP 21 las metas que Brasil se ha propuesto para colaborar con el esfuerzo internacional para combatir el cambio climático.
En ese sentido, el objetivo de Brasil es reducir sus emisiones de gases contaminantes en un 37 % para 2025 con relación a los niveles de 2005, aunque esa rebaja puede llegar al 43 % para 2030.
Brasil también garantizará que las energías renovables, incluida la hidráulica, representen el 45 % de la red de generación del país, frente a la media global del 13 %.
Asimismo, el país se propone que durante la próxima década sea eliminada por completo la tala ilegal en la Amazonía y recuperar un área de doce millones de hectáreas degradadas en esa región. Según confirmaron fuentes oficiales, tras su participación en la COP21 la mandataria brasileña emprenderá el regreso a su país.