Más de 48 horas después del ataque que segó la vida de ocho turistas mexicanos, el régimen egipcio mantiene el hermetismo.
La prensa justifica el bombardeo mientras la fiscalía ha iniciado los trámites para identificar los cuerpos que perecieron bajo el plomo del ejército.
En el hospital, media docena de supervivientes aguarda la llegada de familiares y la canciller mexicana, Claudia Ruiz Massieu, con la esperanza de que su visita desbloquee la falta de cooperación de las autoridades locales.
El Ministerio Público ha ordenado que los cadáveres sean sometidos a pruebas de ADN para identificar a los fallecidos.
El balance definitivo, avanzado ayer por los guías turísticos, se elevó a ocho turistas mexicanos muertos y cuatro egipcios, entre conductores y guías turísticos.
"Es una tragedia. Creo que hay muchos responsables. El descontrol o la falta de organización. No me gusta que se crucen las culpas. Pero si hay alguien que no es responsable es el guía", dijo Jaled Said, tesorero del sindicato egipcio de guías turísticos, a unos metros del concurrido entierro de Nabil al Tamawi, el guía que acompañaba al grupo de mexicanos cuando los helicópteros militares abrieron fuego. Nabil era un cicerone experimentado que conocía y había viajado en periplos anteriores por la tierra de los faraones.
Una procesión de guías ha participado en unas exequias marcadas aún por las preguntas sin respuesta que suscita un ataque del que las fuerzas de seguridad culpan a la empresa turística por internarse en una zona supuestamente restringida.
Eluden responsabilidad
Desde el bombardeo, las autoridades han tratado de eludir su responsabilidad dirigiendo la acusación hacia la empresa.
El Ministerio de Exteriores argumentó incluso que los cuatro vehículos que trasladaban a las víctimas eran muy similares a los empleados por los terroristas de la filial local del autodenominado Estado Islámico, que anunciaron el pasado domingo el inicio de sus actividades en el desierto occidental horas antes del incidente.
Según el testimonio de un líder tribal citado por el diario digital Mada Masr, las fuerzas de seguridad iniciaron sus operaciones en la zona después de que el pasado jueves un grupo de hombres armados secuestraran a un guía local.
La prensa ha tratado de justificar el ataque vinculándolo con los enfrentamientos con presuntos yihadistas ocurridos el pasado domingo en la zona.
Según el diario Al Watan, los uniformados y los yihadistas se enfrentaron en una batalla en la que los militantes del Estado Islámico usaron artillería pesada.
Según la fiscalía, la caravana que trasladaba a los mexicanos —escoltada por la policía turística— se internó en ese momento en el área.
En un desarrollo aún más delirante, el rotativo Al Wafd citó fuentes anónimas que aseguraron que las fuerzas armadas involucradas en el ataque frustraron un intento de secuestro de los turistas mexicanos.
Los lesionados
Fuentes del hospital Dar al Fuad, donde se hallan los heridos señalaron a EL MUNDO que los seis presentan lesiones leves. "Algunos saldrán de cuidados intensivos en los próximos días y pueden ser dados de alta mañana mismo (hoy)", indicó Mona al Bakri, portavoz de la clínica.
Asimismo, ayer el centro hospitalario puso a disposición de los pacientes un equipo de psicólogos.
Sigue la investigación
Las autoridades egipcias siguen investigando el ataque militar contra un grupo de turistas mexicanos, en el que murieron ocho de ellos y del que todavía no se conocen las circunstancias, mientras los heridos se recuperan en un hospital de las afueras de El Cairo.
El Ministerio egipcio de Interior confirmó a EFE que son ocho los mexicanos fallecidos en el desierto occidental, donde fueron atacados por las fuerzas de seguridad tras ser confundidos por supuestos terroristas, según la versión oficial de los hechos.
La Secretaría de Relaciones Exteriores de México también confirmó que son ocho los ciudadanos que perdieron la vida en Egipto.
Los seis heridos están en el hospital de Dar al Fouad, en las afueras de El Cairo y su situación es "estable, fuera de peligro", indicaron a EFE el portavoz de Exteriores, Amhed Abu Zeid, y un responsable del centro médico.
Pero un día más la prensa no ha podido acceder a los heridos, cuyos testimonios son fundamentales para conocer lo que sucedió en las cercanías del oasis de Bahareya, a 300 kilómetros al suroeste de la capital egipcia, el pasado domingo.
Según el relato de algunos de los supervivientes y de personas cercanas a las víctimas egipcias, el ataque se realizó con aviones y helicópteros, que bombardearon a plena luz del día al grupo de turistas cuando se detuvo en un paraje desértico para almorzar.
Las autoridades egipcias no han informado en ningún momento sobre qué armas fueron empleadas en la operación llevada a cabo por tropas del ejército y la policía, en el contexto de la persecución de "elementos terroristas".
Una fuente en el oasis de Bahareya explicó a EFE que el incidente tuvo lugar cuando las tropas egipcias estaban buscando a hombres armados que habían secuestrado a un residente local, el cual colaboraba con las fuerzas de seguridad en el rastreo de huellas en el desierto.
Claves
En memoria
- El pleno de la Cámara de Diputados guardó un minuto de silencio en memoria de los ciudadanos mexicanos muertos en un bombardeo aéreo en Egipto el domingo pasado.
- Al ofrecer ese homenaje, el diputado presidente Jesús Zambrano lamentó y condenó el ataque armado contra el grupo de turistas.
- "Esta presidencia invita a los presentes a guardar un minuto silencio en memoria de los mexicanos que perdieron la vida, al mismo tiempo que lamenta y condena lo ocurrido", dijo.