La policía paquistaní solicitó al gobierno que conceda una distinción póstuma al joven Aitizaz Hasán, quien murió el pasado lunes al impedir un ataque suicida de tinte sectario en su colegio.
“El jefe de la policía regional, Nisar Khan Durrani, le ha pedido al Ministerio del Interior que se conceda al joven la medalla Nishar-e Haider (Prueba de Valor, unas de las máximas distinciones del país)”, dijo Fazal Alí Khan portavoz de la policía.
Los medios y las redes sociales paquistaníes continuaron con el homenaje al joven héroe, de 17 años, que pereció al enfrentarse a un insurgente suicida que intentaba detonar una carga explosiva en un centro educativo en Hangu.
“¿Por qué nuestro gobierno espera siempre a que se pierdan más vidas para manifestarse? ¿No es la muerte de un niño tragedia suficiente? ¿Y no merece reconocimiento el valor?”, cuestionó la editorial del diario local Express Tribune.
El estudiante fallecido se encontraban castigado en el exterior del colegio junto a dos compañeros por haber llegado tarde a clase, según el relato de su hermano difundido por medios locales.
Los tres estaban sentados en la entrada de la escuela cuando se percataron de que un joven que intentaba entrar al centro llevaba un detonador, y Aitizaz, un adolescente corpulento, lo detuvó.
En el momento del atentado había unos 2 mil alumnos en el colegio.
El atentado frustrado fue reivindicado por Lashkar-e-Jhangvi, grupo radical suní responsable de varias matanzas en Pakistán contra fieles de la minoritaria rama chií, a la que pertenecían los alumnos del colegio, según el Express Tribune.
El padre de Aitizaz, Mujahid Alí, se mostró muy orgulloso por la acción de su hijo: “Mi hijo ha hecho llorar a su madre, pero evitó que miles de madres lloraran por sus hijos”, afirmó.
