El ex presidente cubano Fidel Castro cumple 90 años mañana domingo 13 de agosto, apartado del bullicio de la cotidianidad, en su residencia del oeste de La Habana y quizá ajeno a la influencia de este aniversario en sus partidarios y contrarios, cuando la sociedad que él fundó cambia y la nación oscila entre la esperanza y el temor a lo desconocido.
Leyenda viva desde que con 27 años encabezó la revolución a tiros y a los 35 proclamó el socialismo en Cuba, parecería que hoy Fidel aprueba las transformaciones que impulsa su hermano, el mandatario Raúl Castro, algunas distantes de su visión del mundo, como la institucionalización de la propiedad privada en la isla y el deshielo con Estados Unidos (EU), luego de que él comandara el enfrentamiento a diez administraciones consecutivas en Washington.
"Fidel es Fidel, aunque esté viejo y calce chancletas", respondieron algunos septuagenarios que lo siguen considerando "nuestro jefe", cuando Notivox les preguntó si él estaría ajeno o conforme con los acontecimientos actuales. "Mire, aquí para mover una hoja, si eso afecta al monte (al bosque), hay que contar con él."
Su referencia pública más reciente a los cambios internos fue el elogio que hizo al "magnífico esfuerzo" de Raúl al frente de la nación desde 2006, cuando se retiró de la vida pública por razones de salud.
"No necesitamos que el imperio nos regale nada", respondió a Obama, quien en un discurso transmitido en vivo a la isla instó a los cubanos a "olvidarnos del pasado", y agregó: "Que nadie se haga ilusiones" en cuanto a un cambio de rumbo en Cuba.
Sin embargo, con las modificaciones económicas que lidera su hermano, han surgido contradicciones nuevas y se han acentuado las diferencias sociales pese a mantenerse la salud y educación públicas, y las subvenciones de alimentos básicos, electricidad y otros rubros. "Del socialismo de Fidel solo va quedando la propaganda", dicen los menos favorecidos por las reformas.
No obstante los efectos de ese golpe de timón, resulta un misterio constatar hasta dónde llega todavía el impacto de la mística de Fidel, incluso en quienes se declaran ajenos a la política o han sido perjudicados por su administración.
Desde el 31 de julio de 2006 su quehacer solo se conoce por sus esporádicos comentarios de prensa, sus fugaces apariciones públicas o cuando recibe a algún visitante extranjero.
Esa ausencia física, la dirigencia actual trata de obviarla con permanentes alusiones a su ideario. Los festejos por el 90 cumpleaños comenzaron con el despuntar de 2016 y desde que arrancó agosto, cada día, los medios oficiales tienen la efeméride entre sus principales noticias.
¿Qué pasará cuando llegue el punto final? En 2006 se pronosticó lo peor, y no ocurrió nada que fuera más allá del dolor de unos y la satisfacción de otros. Ha habido tiempo suficiente para transitar del control estatal casi absoluto del país, vigente en los últimos 50 años, a una sociedad más abierta, y aunque las falsas noticias de su muerte no han dejado de sucederse, cuando llegue ese instante está prevista desde la forma en que se anunciará al mundo hasta el detalle de sus honras.
De momento, Fidel alcanzó los 90 años, haciendo realidad aquello que dijo cierta vez entre risas, "para pesar de algunos, los Castros somos longevos".
