La Iglesia católica “se adelantó” a los comunistas cubanos al sustituir al cardenal Jaime Ortega como arzobispo de La Habana y nombrar a monseñor Juan de la Caridad García Rodríguez, 68 años, dijo hoy a Notivox el experto Enrique López Oliva, al asegurar que la jerarquía católica “esta lista” para jugar su rol en la transición política de Cuba.
La sustitución de Jaime Ortega, de 80 años y uno de los artífices de la normalización de relaciones entre la Iglesia y el Estado cubano, y el deshielo entre Cuba y Estados Unidos, fue anunciada oficialmente hoy en Roma y en La Habana.
“Habrá que seguir los acontecimientos para saber si a partir de este cambio las relaciones entre el gobierno y la iglesia católica cubana continúan en manos de Jaime Ortega o si pasarán a Roma (…), aunque indudablemente el cambio indica que El Vaticano quiere jugar a largo plazo, mientras toma cuerpo la transición política” en la isla consideró López Oliva.
Monseñor García Rodríguez, hasta ahora arzobispo de Camagüey (este), era uno de los candidatos menos mencionados para reemplazar al cardenal Jaime Ortega, quien fue sustituido por sobrepasar la edad de 75 años, como establece el Código de Derecho Canónico.
El único cardenal cubano había presentado su renuncia hace más de cuatro años su renuncia al cargo tras superar los 75 años de edad, tal como prevé el Código de Derecho Canónico en esos casos.
Aunque Ortega debió ser sustituido hace cinco años, al parecer El Vaticano decidió mantenerlo en el cargo “para consolidar la nueva relación Iglesia estado”, abierta bajo el mandato de Fidel Castro (1959-2006) y continuada por su hermano, el presidente Raúl Castro, dijo López Oliva, profesor de religión en la Universidad de La Habana.
Raúl Castro abrió en el último congreso del gobernante Partido Comunista una transición generacional en la dirección del país que culminará en 2021, cuando el llamado “liderazgo histórico” de la revolución entregará el mando a una nueva generación de dirigentes.
“La iglesia se ha adelantado al partido al nombrar a un arzobispo tan joven”, dijo López Oliva, para quien la otra variante que manejaba la iglesia era nombrar a un arzobispo de transición “a la espera de conocer mejor el futuro diseño político” del país.
A García Rodríguez “rara vez se le mencionaba” para sustituir a Jaime Ortega “y sin embargo él es un hombre con olor a oveja y con el perfil que va marcando el papa Francisco”, consideraron otros expertos.
Ortega propició en 2010 un proceso de excarcelación de presos políticos que culminó en 2011, pero desde que comenzó el deshielo con Estados Unidos ha sido duramente criticado por sectores ultra conservadores de la oposición tanto en Miami, la llamada capital del exilio anticastrista, como en Cuba.
En este contexto, el nuevo arzobispo de La Habana dijo hoy en relación con Ortega: "Vamos a tratar de continuar la obra que él ha realizado y estoy seguro, me lo ha confirmado así, de su apoyo, su oración y su compañía".