El reino de Bahréin y Sudán rompieron relaciones diplomáticas con Irán, menos de 24 horas después de que Arabia Saudita hiciera lo mismo por lo ataques a su embajada en Teherán.
Bahréin, dirigida por una dinastía sunita estrechamente ligada a Arabia Saudita, ordenó a todos los diplomáticos iraníes que dejen el reino "en 48 horas", informó la agencia oficial de noticias.
El gobierno explicó en un comunicado que tomó esta decisión en respuesta a "la flagrante y peligrosa injerencia" de Irán en los asuntos internos de Bahréin y de los demás países del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG), integrado por los seis países árabes de la zona, incluida Arabia Saudita.
La crisis diplomática fue provocada por la ejecución de un dignatario chiita en Arabia Saudita y el incendio de dos sedes diplomáticas sauditas en Irán.
Sudán también rompió relaciones con Teherán, explicó la cancillería en un comunicado en el que condenó las "intervenciones iraníes en la región".
La ejecución del jefe religioso chiita Nimr Baqer al Nimr provocó manifestaciones en las comunidades chiitas del mundo árabe-musulmán, incluso en Bahréin, donde hubo enfrentamientos entre manifestantes chiitas y la policía.
El pasado mes de octubre, Bahréin retiró a su embajador en Teherán, al tiempo que expulsó al encargado de negocios iraní en Manama, en protesta por la "permanente injerencia iraní en los asuntos internos de Baréin".
Reducción de relaciones con Emiratos Árabes
Emiratos Árabes Unidos anunció una disminución de su representación diplomática en Irán, informó la agencia oficial emiratí de noticias, WAM.
El embajador de Emiratos Árabes en Teherán, Saada Seif al Zaadi, regresa a casa y su representación queda reducida al nivel de encargado de negocios, dice el comunicado.
Detalló que este país reducirá sus relaciones diplomáticas para enfocarse sólo en las relaciones comerciales entre la federación del Golfo Pérsico e Irán debido a la "continua interferencia de Irán en el Golfo y los asuntos internos de los países árabes".