Una ola de calor conocida como Lucifer azota Europa y ha generado temperaturas máximas sin precedente por días, causando la muerte de decenas de personas, por lo que las autoridades alertaron a la población.
El calor extremo en Italia, así como en partes de Francia y España y en los Balcanes ha causado decenas de incendios forestales, cultivos dañados y ha disparado el consumo de electricidad y agua.
En algunas zonas las autoridades emitieron restricciones de tránsito y prohibieron el trabajo al aire libre durante la parte más calurosa del día, después de que las temperaturas superaran 40 grados centígrados.
Al menos cinco muertes en Italia y Rumanía fueron atribuidas a las condiciones extremas desde que comenzó la ola de calor a principios de agosto. En gran parte de la península Ibérica, Francia, Italia, los Balcanes y Hungría se han registrado temperaturas inusualmente altas y en algunos casos insólitas.
En las zonas afectadas los termómetros han superado a menudo 40 grados, exacerbando el impacto de la sequía de una ola de calor previa, en julio, que provocó incendios que se cobraron 60 vidas en Portugal.
Las hospitalizaciones aumentaron entre 15 y 20 por ciento en Italia, donde han muerto por lo menos tres personas.
Aunque en Europa están acostumbrados a veranos abrasadores, los meteorólogos advierten que no es común que temperaturas tan altas duren varios días. Las autoridades serbias han dicho que la ola de calor provino de África.
Las autoridades de otros países llamaron a las personas a mantenerse en casa y tomar mucha agua.
El algunos países se pidió a la gente que mantengan toallas húmedas en las ventanas si no cuenta con aire acondicionado, así como evitar el esfuerzo física y beber alcohol.