Ambientalistas chilenos se dijeron alarmados por la fuga de cerca de 700 mil salmones del centro Punta Redonda de la empresa noruega Marine Harvest, ya que aseguran, podría causar un grave daño ambiental en el ecosistema marino del sur del país.
Según información publicada por el diario The New York Times, tras el escape, que se produjo el 5 de julio pasado, las autoridades locales intentaron capturarlos, pero sólo logró atrapar a cerca de 38 mil.
Organizaciones ambientalistas advirtieron sobre el grave daño que se le produce al ecosistema con cada uno de estos escapes.
“El daño que sufre cada fuga de peces es porque no hay un método de contingencia para poder atraparlos. Ellos tampoco tienen un depredador natural porque no eran parte del ecosistema”, dijo Liesbeth van der Meer, directora ejecutiva de Ocean, en Chile.
Agregó que durante el ciclo del salmón se hacen cerca de dos tratamientos de antibióticos.
Uno de ello es el florfenicol, un producto que se utiliza para combatir una enfermedad bacteriológica que impide el crecimiento de los peces.
El proceso dura casi una semana para posteriormente entrar en un período de cuarentena, pero fue en ese lapso de tiempo que se produjo la fuga, lo que los convierte en un riesgo para la salud humana.
jamj