Un juez estadunidense detuvo este lunes la deportación de más de mil 400 iraquíes arrestados durante redadas de migración realizadas el mes pasado en todo Estados Unidos, en la más reciente victoria legal para los detenidos en un caso que es seguido de cerca.
El juez federal Mark Goldsmith concedió una orden preliminar solicitada por los abogados de la American Civil Liberties Union, que sostiene que los migrantes enfrentarían persecución en Irak debido a que son considerados miembros de minorías étnicas y religiosas en ese país.
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Mencionó que la orden da a los detenidos tiempo para apelar su remoción en cortes federales. Agregó que muchos de ellos enfrentan "una frenética búsqueda de asistencia legal" después de que sus órdenes de sus deportaciones fueron reactivadas inesperadamente por el gobierno de Estados Unidos después de varios años.
"Aquellos que podrían ser sometidos a daños graves y posiblemente la muerte no sean expulsados de este país antes de presentarse ante una corte", resaltó Goldsmith.
AE