El secretario de Estado estadunidense, John Kerry, fue ayer criticado severamente por dirigentes israelíes que lo acusan de justificar las amenazas de boicot internacional contra el gobierno de Israel para lograr concesiones del Estado hebreo en las negociaciones con los palestinos.
Sin embargo, el primer ministro Benjamin Netanyahu, quien la víspera criticó a Kerry sobre el boicot, intentó ayer calmar los ánimos y afirmó que "la mejor manera de aclarar los malentendidos y expresar opiniones diferentes, es discutir sobre los temas en profundidad y no librarse a ataques personales".
"Contamos con que Estados Unidos siga oponiéndose a los boicots contra Israel", declaró en el parlamento, e indicó que el domingo recibió una "importante aclaración" de Kerry sobre su oposición.
Además, subrayó que los "intentos de boicot son inmorales e injustificados" y que no lograrían sus objetivos.
"Es lamentable constatar que Estados Unidos no comprende la realidad de Oriente Medio y ejerce presiones en el lado equivocado en el conflicto israelí-palestino", aseguró el ministro de Defensa Interior, Gilad Erdan, cercano a Netanyahu.
Según la prensa local, horas después de las críticas, el jefe de la diplomacia estadunidense reiteró al premier israelí, su apoyo y rechazo "incondicional" a las campañas de boicot en una conversación telefónica.
Kerry prevé presentar en las próximas semanas sus propuestas de paz, que causan profunda inquietud en la derecha israelí.
En una conferencia sobre seguridad el sábado en Munich, Kerry aludió a los riesgos de un boicot contra Israel si fracasan las negociaciones con los palestinos.
Kerry reactivó las negociaciones en julio pasado, luego de tres años de interrupción. Pero pese a sus reiterados viajes a la región, no ha logrado acercar las posiciones de los dos campos en los puntos claves.
