El padre del niño sirio de tres años que se ahogó frente a la costa de Turquía y cuya imagen conmovió al mundo relató hoy que sus hijos se resbalaron de sus manos al hundirse la embarcación que los llevaba a Grecia.
"Teníamos chalecos salvavidas pero el barco se hundió porque varios se levantaron. Yo sostenía la mano de mi mujer. Pero mis hijos resbalaron de mis manos", declaró Abdula Ebdi a la agencia de prensa Dogan.
Los dos barcos que naufragaron habían salido de la localidad turca de Bodrum con destino a la isla griega de Kos, puerta de entrada de la Unión Europea.
Los guardacostas turcos fueron alertados por los gritos de los pasajeros de los barcos y pudieron rescatar a 15 personas; murieron cinco menores y siete adultos, entre ellos el del niño de tres años que yacía en la playa boca abajo.
La fotografía de un agente turco cargando al menor fue una de las más difundidas por los medios y las redes sociales con el hashtag #KiyiyaVuranInsanlik (La humanidad ha naufragado, en turco).