Francia propuso este jueves al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas que autorice a los países miembros a "tomar todas las medidas necesarias" para combatir al grupo Estado Islámico, que se atribuyó los mortales atentados de París de la semana pasada.
Un borrador de resolución presentado a los integrantes del organismo llama a "redoblar y coordinar sus esfuerzos para prevenir y suprimir los actos terroristas cometidos específicamente por el EI" y grupos vinculados a Al Qaeda.
El texto hace referencia a medidas tomadas "en el territorio bajo el control de Dáesh (ndlr: acrónimo en árabe del grupo Estado Islámico) en Siria e Irak" y en conformidad con las leyes internacionales.
En este proyecto, el Consejo reitera su condena no solo a los atentados de París, sino también a las recientes operaciones perpetradas en octubre y noviembre por el grupo EI en Sousse (centro-este de Túnez), Ankara, Beirut, y contra un avión ruso estrellado en la península egipcia del Sinaí.
No se trata de una autorización legal de la ONU a los ataques llevados a cabo en Siria e Irak contra el grupo EI. Se trata de un "apoyo político a las operaciones iniciadas o futuras", explicó un diplomático.
Los bombardeos aéreos franceses, destacó, tienen su base legal en el artículo 51 de la Carta de las Naciones Unidas que permite a todos los países defenderse de un ataque. París espera que se adopte este texto en los próximos días, a más tardar a principio de la semana próxima.
"Tal como anunció el presidente de la República (...), Francia propuso un proyecto de resolución breve, fuerte y centrado en un objetivo prioritario: la lucha contra el enemigo común, Daésh", dijo el embajador de Francia François Delattre.
"La amenaza excepcional y sin precedentes que representa este grupo para el conjunto de la comunidad internacional exige una respuesta fuerte, unida y sin ambigüedad del Consejo de Seguridad", afirmó. Y deseó "un adopción rápida de este proyecto".
La iniciativa de Francia por apoyo en la ONU llega luego de que Rusia presentara una nueva versión de un proyecto de resolución separado que exige consentimiento de Siria para la lucha conjunta contra el grupo EI.
Ese plan ruso fue rechazado por Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia, que se niegan a cooperar con el presidente Bashar al-Asad, viejo aliado de Moscú y a quien acusan de fomentar el extremismo recurriendo a la brutalidad contra sus opositores.
Las potencias europeas reiteraron su oposición al plan de Rusia de sumar a tropas del régimen sirio en la lucha contra el EI. De su lado, el embajador británico Matthew Rycroft, cuyo país preside el consejo este mes, dijo que la iniciativa de Rusia "busca legitimar la autoridad de Asad", y agregó que "no tiene muchas posibilidades " de ser aprobada.
Francia sigue intranquila
Aunque el gobierno francés anunció este jueves la muerte del presunto cerebro de los atentados de París, el yihadista belga-marroquí Abdelhamid Abaaoud, pero la preocupación seguía casi intacta al conocerse que había conseguido entrar de incógnito en Europa.
El cuerpo "acribillado" de Abaaoud fue "formalmente identificado" entre los muertos de la operación del miércoles en Saint Denis, un suburbio al norte de París, anunció la fiscalía.
Este miembro activo del grupo Estado Islámico (EI), que reivindicó los atentados, nació hace 28 años en el barrio Molenbeek de Bruselas, un vivero de yihadistas. Era conocido como Abu Omar al Baljiki ('el belga'), se creía que estaba en Siria y sobre él pesaba una orden de detención internacional.
Las autoridades francesas se preguntan cómo es posible que haya podido regresar sin ser detectado por ningún servicio de inteligencia europeo. Francia "no recibió comunicación alguna procedente de países europeos por donde pudo transitar" el yihadista, hasta que después de los atentados un Estado "no europeo" le informó de su paso por Grecia, afirmó el gobierno.
El primer ministro francés Manuel Valls aseguró que algunos de los atacantes "aprovecharon la crisis de los refugiados (...) para introducirse" en Francia. En este sentido, advirtió que la supervivencia de la zona Schengen de libre circulación de personas podrá quedar en entredicho "si Europa no asume sus responsabilidades" en el control de sus fronteras.
Los ministros de Interior de la UE mantendrán una reunión extraordinaria el viernes en Bruselas, en la que se pedirá la extensión a los europeos de los controles sistemáticos en las fronteras exteriores del bloque.
Las autoridades quieren impedir que se repita el caso de Abaaoud, al que le atribuyen también cuatro de los seis atentados frustrados en Francia desde la pasada primavera.
Una vez identificado Abaaoud, los investigadores se centran en los restos de la otra persona muerta en el apartamento. Creen que es una de sus primas, una joven de 26 años que se habría radicalizado hace seis meses y el miércoles detonó su chaleco de explosivos.
En la operación de Saint Denis se detuvo a ocho personas, entre las que no figura otro sospechoso clave, Salah Abdeslam. Se cree que logró huir después de haber participado en un comando que ametralló terrazas de bares y restaurantes. En la investigación también participa Bélgica. Nueve personas fueron detenidas este jueves en la región de Bruselas.
"Armas químicas o bacteriológicas"
Por la mañana, Valls advirtió del "riesgo" de un atentado con "armas químicas o bacteriológicas" en su discurso ante la Asamblea Nacional, que aprobó el proyecto de ley sobre la prolongación del estado de emergencia tres meses, hasta el 25 de febrero. El Senado lo votará el viernes.
"No hay que excluir nada. Lo digo por supuesto con todas las precauciones que se imponen, pero lo sabemos y lo tenemos en mente. Puede haber riesgo de armas químicas o bacteriológicas", dijo.
El gobierno francés autorizó el sábado a la Farmacia de las Fuerzas Armadas la distribución de un antídoto contra las armas bacteriológicas a los servicios de urgencia civiles en todo el territorio.
Entre las medidas gubernamentales adicionales figura la creación de un centro juvenil de desradicalización, destinado principalmente a los "arrepentidos" para ponerlos a prueba. Los yihadistas de regreso de Siria o de Irak no tendrán cabida en él. "Su lugar está en la cárcel", aseguró Valls.
Francia quiere además acelerar la adopción del Registro de Nombres de Pasajeros (PNR, por sus siglas en inglés), un fichero que permite controlar las entradas y salidas en avión de los viajeros en el territorio europeo, considerado indispensable para combatir la amenaza yihadista.
La policía anunció por su parte que los agentes podrán ir armados fuera de las horas de servicio, de forma voluntaria e informando a su jerarquía. El gobierno francés prevé que las medidas de seguridad anunciadas después de los atentados que causaron 129 muertos costarán 600 millones de euros (640 millones de dólares).
"Dios llora": Papa Francisco
En el frente exterior, la aviación militar francesa sigue bombardeando al grupo en Siria, al igual que Rusia, golpeada por un atentado yihadista contra un avión ruso en el Sinaí egipcio.
Turquía llamó, por su parte, a un frente unido de los países musulmanes contra el EI. "El mundo entero está en guerra y Dios llora", afirmó el papa Francisco. "¡Ruinas, quedan miles de niños sin educación, tantas muertes de inocentes! Y tanto dinero en los bolsillos de los traficantes de armas", deploró. "¡Malditos!".
En París las autoridades prolongaron la prohibición de manifestarse hasta el domingo y en Lyon (este) se suspendió el Festival de las Luces de diciembre. Otro clásico, la llegada del vino Beaujolais Nouveau se recibió con solemnidad en los bares parisinos, pero con muchos menos clientes que de costumbre. "No hay que ceder", clamó María sentada en una terraza.
En los lugares de las matanzas, continúan los altares de flores y velas, en los que los franceses dejan ejemplares de la novela "París era una fiesta" de Ernest Hemingway. Una recopilación de memorias alegres de su estancia en París en los años 1920 convertida en un símbolo de la defensa de la "joie de vivre".