La detención de un pasajero ebrio en el metro de Barcelona desató la alarma en los andenes de la estación La Sagrera, cuando decenas de personas salieron en desbandada del subterráneo al confundir, erróneamente, que se tratara de una amenaza terrorista.
Según información de fuentes de Transportes Metropolitanos de Barcelona (TMB), el incidente ocurrió hacia las 19:20 horas locales de la línea 1, una de las áreas de transborde más concurridas.
Un pasajero en estado de ebriedad, que había atemorizado a otros viajeros por su actitud agresiva, bajó en la estación La Sagrera y saltó a la zona de vías, lo que obligó a intervenir a vigilantes de seguridad de la estación y a detener el servicio de metro, que estuvo sin funcionar durante siete minutos.
Tras someter al sujeto y obligarlo a salir de la zona de vías, los vigilantes, junto a una patrulla de la Guardia Urbana, se lo llevaron de la estación, en cuyos andenes se habían acumulado más usuarios de lo habitual debido a la interrupción del servicio provocada por el incidente.
Los gritos que alegaba el detenido, junto a su reducción policial y la llegada de varias patrullas de la Guardia Urbana a la estación de La Sagrera, desataron el pánico entre usuarios que no tenían una visión directa de lo que ocurrido.
Numerosos pasajeros se echaron a correr, lo que alarmó a otros usuarios, que entre gritos de histeria buscaron la salida, lo que provocó que se saturaran las salidas.
Pese a los momentos de tensión ninguno de los pasajeros resultó herido ni precisó asistencia sanitaria.
No es el único episodio de pánico infundado sucedido en las últimas semanas en Cataluña, a raíz de los atentados yihadistas en Francia.
La noche del pasado 2 de agosto varias personas resultaron con heridas leves en una estampida cuando confundieron un "flashmob" (reunión de un gran número de personas que realiza algo inusual y se dispersa rápidamente) con una amenaza en terrorista en Platja d'Aro (Girona).
JA