El 28 de diciembre, John Lema, un graduado de la Universidad Estatal de San Diego presentó una demanda en el Tribunal de Distrito de los EU en San Diego, responsabilizando a la Universidad por acusarlo erróneamente de participar en una novatada mientras era miembro de la fraternidad Phi Gamma Delta, una fraternidad controversial que cerró el año pasado.
La demanda se centra en parte en el año académico 2019-2020, cuando John Lema era miembro de Phi Gamma Delta y la fraternidad estaba en crisis tras la muerte de uno de sus integrantes, el estudiante de primer año Dylan Hernández.
En noviembre de 2019, Dylan Hernández se emborrachó en uno de los eventos de la fraternidad, el estudiante de primer año regresó a su dormitorio del campus y subió a la parte superior de su litera, más tarde se cayó de la litera y se golpeó la cabeza, sufriendo una herida mortal.
Tras el incidente, la Universidad Estatal de San Diego inició una amplia investigación de las actividades de la fraternidad, descubriendo que Phi Gamma Delta violaba los procedimientos de “Ayuda y Aptitud” al estar involucrado en casos de alcohol, novatadas, conspiración, seguridad y sustancias ilegales.
Además de no respetar los procedimientos de Conducta de la Organización Estudiantil, por lo que la fraternidad fue expulsada del campus durante 10 años. Mientras la sede internacional de Phi Gamma Delta anunció al mismo tiempo que había suspendido indefinidamente los estatutos de la fraternidad.
La demanda dice que Lema recibió un correo electrónico de la Universidad Estatal de San Diego en julio de 2020, donde se le acusa de participar y conspirar en novatadas que pusieron en peligro la salud y seguridad del estado California.
Lema dijo que no violó ninguna de las reglas de la universidad y que tenía poca participación en la fraternidad, a pesar de que era miembro. Pero SDSU suspendió la graduación de Lema, alegando la demanda.
La demanda dice que SDSU propuso un acuerdo de conciliación sobre los cargos disciplinarios en noviembre. El acuerdo propuesto decía que Lema había hecho de todo, desde obligar a otros a consumir alcohol hasta intimidar y golpear a la gente.
Sin embargo, la terrible experiencia infligida a Lema por los acusados le causó un inmenso sufrimiento emocional y dificultades. Las acciones de los acusados también obligaron a Lema a gastar una cantidad significativa de dinero en honorarios de abogados, para obtener el título por el que había trabajado tan duro.
Por el momento, el abogado de Lema no hizo comentarios al respecto, esperando que el caso siga su curso.
wgp