Los votantes de Crimea podrán optar por unirse a Rusia en un referendo, según decidió ayer el parlamento de esa región ucraniana, en momentos en que las potencias occidentales mantienen la presión sobre Moscú para que dialogue con el nuevo gobierno en Kiev.
Washington anunció restricciones a la entrega de visas y el congelamiento de activos de aquellos ucranianos o rusos que considera responsables de la situación en Ucrania, mientas que los presidentes de la Unión Europea (UE), reunidos en Bruselas, suspendieron las negociaciones bilaterales sobre las visas, como primera sanción política contra Rusia.
Estados Unidos pidió también a Moscú aceptar a “observadores internacionales” en toda Ucrania, incluyendo a la región autónoma ucraniana de Crimea, como modo de resolver la crisis y frenar la escalada militar, tras una reunión del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas en Nueva York.
“Hay una forma de resolver esta crisis respetando los intereses de la Federación Rusa, así como los del pueblo de Ucrania: dejen que observadores internacionales entren en toda Ucrania, incluyendo Crimea”, dijo la embajadora de EU ante la ONU, Samantha Power, al final del encuentro.
Los presidentes de la UE amenazaron a Rusia con adoptar sanciones cada vez más duras si no toma medidas para resolver la tensa situación en la que se encuentra Ucrania, país con el que el bloque europeo firmará un acuerdo de asociación.
El parlamento de Crimea pidió al presidente Vladimir Putin la unión de la península —que fue rusa durante 250 años— a Rusia y anunció el referendo.
Los electores de ese territorio, controlado desde el 28 de febrero por fuerzas armadas prorrusas, podrán elegir entre unirse a Moscú o tener una mayor autonomía.
Estados Unidos, la UE y Kiev, donde hay un gobierno prooccidental desde la destitución el 22 de febrero del presidente Viktor Yanukóvich, denunciaron el referendo.
El presidente interino de Ucrania, Oleksandre Turchinov, dijo que el parlamento ucraniano lanzará un procedimiento para disolver la asamblea regional de Crimea y calificó la decisión de “crimen”.
A su vez, el secretario de Estado de EU, John Kerry, dijo que la consulta “violaría” el derecho internacional.
“Crimea es Ucrania. Cada referéndum debe ser coherente con el derecho vigente en el país, en este caso Ucrania, y la consulta de Crimea no solo violaría la Constitución ucraniana, sino también el derecho internacional”.
Las declaraciones se dieron ante la prensa ayer en Roma, luego de una Conferencia sobre Libia que reunió en la capital italiana a una treintena de representantes de países y de organizaciones internacionales.