El Congreso de Estados Unidos, controlado por los republicanos, adoptó hoy el presupuesto para 2016, que prevé una fuerte reducción de los programas sociales, de educación y de salud, y que contiene una disposición para tratar de desmantelar la reforma sanitaria del presidente Barack Obama.
El Senado aprobó la medida, no vinculante, por un margen muy estrecho de 51-48, después de que la Cámara de Representantes lo aprobara la semana pasada, logrando así el primer presupuesto con apoyo bicameral del Congreso desde 2009, cuando los demócratas contaban con el control de ambas Cámaras.
El plan establece un camino para lograr un presupuesto equilibrado en una década y promete reducir las agencias nacionales y los programas de seguridad social como el Medicaid (salud para los más pobres) y los cupones de alimentos, así como frenar los recortes de impuestos para las personas de menos ingresos. Para equilibrar el presupuesto, el plan supone una reducción de gastos total de 5.3 billones de dólares en el plazo de diez años.
Sin déficit público en 2024
El presupuesto, de 3.871 billones de dólares para el año presupuestal que comienza el 1 de octubre de 2015, llevaría a una eliminación total de déficit público estadunidense para 2024, cuando en 2014 representaba el 2.8% del PIB, según los jefes republicanos.
Una resolución presupuestal, no vinculante, es un documento que guía la elaboración de las leyes de finanzas. Estas leyes definirán los créditos exactos para cada agencia federal y deberán ser adoptadas antes del 1 de octubre, lo que da lugar cada año a una batalla entre republicanos y demócratas, que conservan una minoría de bloqueo en el Senado.
El texto no tiene que pasar por las manos de Obama para que sea promulgado, sino que actúa como una guía para la consideración del Congreso de los distintos proyectos de ley para los fondos de cada departamento, y sirve como una declaración de intenciones para los republicanos que influirá en las elecciones presidenciales de 2016.
La cámara alta aprobó el presupuesto en última lectura el martes, por 51 votos a 48. Los demócratas votaron en contra. El texto, que había sido previamente armonizado con el adoptado por la Cámara de Representantes, también controlada por la oposición, prevé un procedimiento para abrogar la reforma del sistema de salud auspiciada por el presidente Barack bama, el llamado "Obamacare". Esa decisión puede ser vetada por el jefe de Estado.
Los programas públicos de seguro de enfermedad para los más desfavorecidos (Medicaid) y los mayores de 65 años (Medicare) se verían sensiblemente reducidos. La actual relación de fuerzas hace que estas reformas no tengan posibilidad alguna de éxito. Más de dos terceras partes del presupuesto federal irá a los gastos llamados "obligatorios", como el servicio de la deuda, Medicaid, Medicare, los bonos alimentarios o el sistema público de seguridad social.
El resto se divide entre defensa (523 mil millones de dólares) y el resto de las agencias federales (493 mil millones de dólares), gastos excepcionales para operaciones militares en el exterior (96 mil millones) y catástrofes naturales (siete mil millones).
En el corto plazo el plan republicano promete un aumento de 38 mil millones de dólares para el Pentágono que supondría una subida del 7 % y que sólo es posible de asumir a través de las disposiciones de fondos destinados a la guerra.
Ayuda en el largo plazo
Los republicanos y algunos economistas dicen que equilibrar el presupuesto ayuda a la economía en el largo plazo y que es mejor hacer frente a los problemas financieros que suponen algunos programas como el Medicaid más temprano que tarde, con el objetivo de que además se alivie la carga de la deuda a las generaciones futuras.
El líder de la mayoría republicana del Senado estadunidense, Mitch McConnell, criticó durante años a los demócratas por su incapacidad para aprobar un presupuesto, y dijo que la votación de hoy muestra que la mayoría del Partido Republicano en el Capitolio ha logrado que la Cámara alta vuelva a funcionar.
"No hay presupuesto perfecto, pero este es un presupuesto que se dirige con sensatez a las preocupaciones de muchos de los diferentes miembros. Refleja el compromiso sincero de muchos legisladores diferentes con muchas prioridades diferentes", dijo el republicano por Kentucky.
Los demócratas, que votaron en bloque contra el presupuesto en ambas cámaras del Congreso, opinaron que los republicanos se lamentarán de lo acordado al tener que ejecutar los recortes planteados por valor de 5.3 billones de dólares en diez años.
"Sabemos que hay pocas buenas noticias. Cuando nuestros colegas estén obligados a enfrentarse a los números realmente (...), no serán capaces de hacerlo. No se atreverán hacerlo", dijo el senador por Nueva York, Charles Schumer.
El texto de hoy traza las líneas para aprobar doce proyectos diferentes de ley de financiación para el año fiscal 2016, y adjunta una legislación de aprobación por la "vía rápida" que pretende acabar con los fondos de la ley de salud, baluarte del mandato de Obama.
El mandatario, sin embargo, tendrá capacidad de vetar cada uno de esos proyectos de ley relativos a cada agencia del Gobierno en caso de que así lo considere y los textos no salgan del Capitolio con el apoyo de los dos tercios de los legisladores necesarios para evitarlo.
El acuerdo es sobre todo una victoria simbólica para los republicanos, en tanto que el Congreso está atravesando uno de los periodos de mayor polarización política y se les ha acusado de obstruir su funcionamiento mientras el Senado estuvo, hasta el pasado enero, en manos demócratas.