Hillary Clinton, favorita para la nominación demócrata a las elecciones presidenciales en Estados Unidos, se enfrenta el sábado por la noche a su rival Bernie Sanders en un debate que podría resultar combativo, en medio de la áspera disputa entre los dos aspirantes por una filtración de datos de campaña.
La creciente tensión de cara al debate entre los presidenciables, que hasta ahora habían evitado las críticas mutuas, ocurre en un momento crucial para Sanders, que intenta terminar con la ventaja de Clinton en la carrera demócrata para llegar a la Casa Blanca en 2016, apenas seis semanas antes de que Iowa realice su primera votación por la nominación.
El viernes, Sanders impuso una demanda para obligar al Comité Nacional Demócrata (DNC por sus siglas en inglés) a restaurar el acceso a los datos de posibles votantes del partido, los cuales fueron bloqueados porque la campaña del aspirante tomó posesión de manera inapropiada de información electoral generada por el personal de Clinton.
Finalmente, la DNC y Sanders llegaron a un acuerdo sobre el acceso a esos archivos.
El jefe de campaña de Sanders, Jeff Weaver, acusó a la DNC de proteger a Clinton, mientras que el jefe de campaña de la ex primera dama, Robby Mook, dijo que el personal de su rival robó partes de una "hoja de ruta estratégica" para impulsar la participación de los votantes en las primarias.
Los moderadores del debate, transmitido por ABC News, sin duda buscarán que los dos aspirantes a la presidencia retomen la disputa ante las cámaras, mientras que Sanders ya ha señalado que intentará avivar las discusiones con Clinton en asuntos de política exterior.
Se trata del primer debate electoral desde los mortales ataques de este mes en San Bernardino, California, y Sanders está ansioso por explotar sus diferencias con la ex secretaria de Estado en temas como su apoyo a una zona de exclusión aérea en Siria o su apoyo en 2011 por un cambio de régimen en Libia.