El video de una niña que cruza corriendo una avenida en Araucária, Paraná, y que casi es arrollada, se volvió viral en Brasil. En minutos, miles de comentarios negativos señalaban como culpable a la madre llamándola "negligente" e "irresponsable".
Sin embargo, Víctor Pavarino, punto focal de Seguridad Vial en la OPS/OMS Brasil, consideró que ese tipo de reacción es una muestra de cómo se han naturalizado culpar siempre al más débil.
"Es muy fácil culpar a una madre por un segundo de descuido. Pero los sistemas viales deberían estar diseñados para prevenir tragedias incluso cuando alguien se equivoca. Los errores son parte de la condición humana", afirmó Pavarino.

La menor salió ilesa solo porque el conductor circulaba a 40 kilómetros por hora en una vía con señalización adecuada. "Esa es la diferencia entre una reacción a tiempo y una tragedia", dijo.
Calles para autos, no para peatones
En América Latina, las ciudades se han construido para la velocidad de los autos, no para la seguridad de las personas. "Si un peatón muere, el titular dirá que no usó el puente o que vestía ropa oscura. No se cuestiona que el diseño de la vía prioriza el flujo vehicular antes que la vida del peatón", señaló Pavarino.
es más fácil culpar a la víctimaLa narrativa mediática no critica al sistema
"Un accidente suena a algo inevitable. Pero los siniestros viales son prevenibles con infraestructura segura, límites de velocidad claros y un diseño que asuma la vulnerabilidad humana como base", añadió.
Los túneles o subterráneos resultan peligrosos. Suelen tener mal olor, estar sucios y oscuros, verdaderas cuevas de ladrones y voladores. Una mujer prefiere cruzar las avenidas rápidas, arriesgando su vida, antes de cruzar por esos desniveles donde corre más peligro.
Un drama que colapsa hospitales
Los datos son contundentes: 1.3 millones de personas mueren cada año en siniestros viales y millones más sobreviven con secuelas permanentes.
"Pensemos en los que quedan con vida. Es como una bomba que cae sobre la familia, con efectos en todos los sentidos", dijo Pavarino.
En Recife, durante el brote de zika de 2016, el 90 por ciento de las camas de urgencias fueron ocupadas por lesionados de tránsito, desplazando a otros pacientes. "La principal preocupación del secretario de Salud en ese momento no era el virus, era el tránsito", recordó.
La velocidad mata
El factor más determinante en la gravedad de un siniestro es la velocidad y:
- A 30 kilómetros por hora, la probabilidad de que un peatón muera atropellado es del diez por ciento.
- A 40 kilómetros por hora, sube al 30 por ciento.
- A 50 kilómetros por hora, es casi del 100 por ciento.
"Un pequeño aumento de velocidad multiplica la fuerza del impacto. Pensamos que 50 kilómetros por hora es 'lento', pero para un niño o un ciclista puede ser letal", explicó Pavarino.
Infraestructura hostil y discriminatoria
Muchos de los "dispositivos de seguridad" para peatones, como puentes elevados o pasos subterráneos, resultan inaccesibles para personas con discapacidad, adultos mayores o madres con carriolas.
"Estamos obligando a alguien a subir el equivalente a cuatro pisos para cruzar la calle. Si no usa el puente y muere, se le culpa de su propia muerte. Eso no es seguridad, eso es priorizar el flujo vehicular sobre la vida", cuestionó.
Discapacidad y desigualdad
Las secuelas de los siniestros viales no son sólo físicas. "Un padre que antes era proveedor puede terminar en una silla de ruedas, y entonces el peso recae sobre las mujeres de la familia, que se convierten en cuidadoras sin apoyo", advirtió.
"Las principales víctimas son peatones, ciclistas y motociclistas, sobre todo de sectores con menos acceso a atención médica y rehabilitación. No hay nada de democrático en esto", añadió.
Un plan para salvar vidas
Para la OPS/OMS, la seguridad vial es una política de salud pública. La estrategia pasa por un enfoque sistémico que asuma que los errores humanos son inevitables y que el entorno debe minimizar sus consecuencias.
"Una política de seguridad vial competente es una política contra la inequidad. Si diseñamos ciudades seguras para los peatones, diseñamos ciudades más humanas y saludables", explicó Pavarino.
Experto sugiere puntos clave para mejorar la seguridad vial:
- 1 Reducir la velocidad en áreas urbanas a 30-40 kilómetros por hora, especialmente en zonas escolares.
- 2 Rediseñar calles con cruces elevados, chicanas y aceras amplias.
- 3 Fortalecer la atención de emergencias para reducir la mortalidad.
- 4 Generar datos confiables y campañas para comprender los riesgos reales.
- 5 Promover el transporte activo y sostenible, con infraestructura que proteja al peatón y al ciclista.
ROA