China y la Unión Europea reafirmaron su intención de abanderar la lucha contra el cambio climático, después de la retirada de Estados Unidos del Acuerdo de París anunciada por Donald Trump y criticada en todo el planeta.
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"No hay vuelta atrás en la transición energética. No hay vuelta atrás en el Acuerdo de París", indicó el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, antes del inicio de una cumbre en Bruselas entre la UE y China.
A su lado, el primer ministro chino, Li Keqiang, subrayó la necesidad de "mantener las reglas, especialmente las multilaterales". "Las partes concernidas deben cuidar este resultado tan difícilmente conseguido" en París, dijo en Beijing una portavoz de la cancillería china.
La declaración conjunta entre la Unión Europea y China incluirá un compromiso para reducir los combustibles fósiles, para desarrollar más tecnología verde y ayudar a recaudar 100 mil millones de dólares al año para 2020 para ayudar a los países más pobres a reducir sus emisiones.
Por su parte, la canciller alemana Angela Merkel se declaró "más determinada que nunca" a actuar a favor del clima, pues "esta decisión no puede y no va a detener a los que estimamos que tenemos el deber de proteger el planeta".
"Estamos más determinados que nunca en Alemania, en Europa y en el mundo, a unir todas nuestras fuerzas" para hacer frente al desafío climático, agregó.
"Necesitamos este acuerdo para preservar" el planeta y "vamos a aplicar nuestros compromisos, en particular en lo que respecta al financiamiento destinado a ayudar a los países más pobres y más vulnerables", insistió.
[OBJECT]El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, dijo que "no se puede detener" la lucha contra el cambio climático, por lo que llamó a todos los países a "seguir comprometidos" con los acuerdos de París.
"Respecto a la sociedad estadunidense, estoy profundamente convencido que los Estados, las ciudades, la comunidad de negocios, la sociedad civil, seguirán comprometidos y apostarán por la economía verde porque es la economía del futuro", agregó.
El 12 de diciembre de 2015, el mundo celebró el cierre en París del primer acuerdo climático de alcance internacional, que busca limitar el alza de la temperatura del planeta "por debajo de 2 grados centígrados respecto a la era preindustrial.
Esa alegría planetaria se tornó en consternación el jueves, tras el anuncio de Trump de que "Estados Unidos cesará toda la implementación del acuerdo", en un momento en que quedan por definir numerosos reglamentos.
Desde Europa a China, pasando por América Latina, las capitales mostraron su indignación con esta decisión que, en palabras del ex presidente estadounidense Barack Obama, representa un "rechazo al futuro".
China y Estados Unidos, los dos principales países contaminantes, representan conjuntamente cerca de 40 por ciento de las emisiones de gases de efecto invernadero y su compromiso había sido crucial para lograr el Acuerdo de París.
La UE "buscará nuevas alianzas de las economías más grandes del mundo con los Estados insulares más vulnerables", una asociación que incluirá a empresas estadunidenses, indicó la víspera Cañete, para quien la UE está "en el lado correcto de la historia".
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La referencia a las empresas estadunidenses no es baladí, ya que el septuagenario presidente afronta una fuerte presión interna por su decisión. Responsables de empresas como Tesla, Disney, General Electric e incluso las petroleras ExxonMobil y Chevron reiteraron sus compromisos con el pacto climático.
Y, aunque Trump justificó su decisión por los posibles beneficios para las empresas y ciudadanos estadunidenses, sólo cuenta a nivel político con el apoyo de miembros de su partido, el Republicano.
JASR