La cuenta regresiva para las elecciones presidenciales del 8 de noviembre en Estados Unidos comenzó ayer con el inicio del proceso para votar por correo en Carolina del Norte, el primer estado en hacerlo.
Desde este viernes los votantes registrados en Carolina del Norte (sureste de EU) pueden solicitar las boletas de votación a la Junta Estatal de Elecciones y, una vez recibidas, enviarlas ya cumplimentadas a la junta del condado donde residan.
Los republicanos se han visto favorecidos históricamente por el voto por correo en Carolina del Norte, uno de los estados sin patrón fijo de apoyo (swing states), es decir que no son bastión de ninguno de los dos partidos mayoritarios, por lo que los candidatos de cualquier elección presidencial se esfuerzan en conquistarlo.
La última encuesta de la Quinnipiac University sobre la intención de voto en cuatro swing states, publicada este jueves, indica que la candidata demócrata Hillary Clinton aventaja al republicano Donald Trump en Carolina del Norte (47% frente a 43 %) y en Pensilvania (48% a 43 %).
Por el contrario, el republicano aventaja a su rival demócrata por un punto en Ohio (46% a 45%) y ambos están empatados con 47% en Florida.
Ayer, Trump volvió a erigirse como representante de la rectitud moral y religiosa en un evento de conservadores en Washington en el que pidió “voz para las iglesias”.
Trump intervino en el encuentro Values Voters (Votantes con Valores) en el que dijo que si llega a la Casa Blanca acabará con la llamada “enmienda Johnson”, que desde 1954 prohíbe a organizaciones religiosas apoyar públicamente candidaturas políticas si quieren mantener exenciones fiscales.
“Si no fuera por eso la cristiandad iría como un cohete, como van mis números en las encuestas”, afirmó el millonario.
Trump aseguró que EU es un país “dividido” y “la fe es la única vía para la unidad”, así como que “la familia deber ser el centro de toda política para luchar contra la pobreza”.
Trump reiteró ahí mismo su acusación de que México y otros países están llevándose los empleos de este país por lo que amenazó con cancelar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte.
“Voy a renegociar el TLCAN y si no quieren hacerlo de una manera que se convierta en una calle de dos sentidos y no una calle de un solo sentido para nuestras empresas y empleos, vamos a terminar con el TLCAN, créanme”, subrayó el magnate ante los ultraconservadores.
Clinton, por su parte, decidió concentrarse ayer en hablar sobre seguridad nacional en Nueva York, ante un grupo de expertos.
En ese contexto Dustin Moskovitz, cofundador de Facebook, anunció que donará 20 millones de dólares para ayudar al Partido Demócrata a derrotar a Trump.
Moskovitz, de 32 años, quien nunca había donado a organizaciones políticas, hizo el anuncio en un artículo en la plataforma de internet Medium, bajo el título de “Obligado a actuar”.
La donación convierte a Moskovitz en el tercer mayor donante conocido públicamente en la elección presidencial de 2016, de acuerdo con la revista Fortune.
“Está claro que si la secretaria (Hillary) Clinton gana esta elección, Estados Unidos va avanzar hacia adelante, hacia el mundo que esperamos ver. Si Donald Trump gana, el país caerá en retroceso”, afirmó.
Cuba, en espera del nuevo gobierno
El canciller cubano, Bruno Rodríguez, dijo ayer que su gobierno espera que el próximo presidente de Estados Unidos tome en cuenta “la voluntad mayoritaria de los norteamericanos de suspender” el bloqueo-embargo, que en medio siglo ha costado a la isla 753 mil 658 millones de dólares. Rodríguez dijo que si en EU “la democracia funciona, como se dice, habría que esperar el levantamiento y que prosigan los cambios”, después de los resultados de los comicios de noviembre próximo.
El canciller reconoció los esfuerzos del presidente Barack Obama para atenuar los impactos del bloqueo, y dijo que las permutas promovidas por el mandatario “son positivas”, aunque insistió en que no ha tenido efecto satisfactorio alguno en la economía nacional.
Además, informó que el 26 de octubre su gobierno volverá a someter a votación ante la ONU una resolución de condena a esa práctica, en la que igualmente se reconocerán los cambios registrados entre los dos países. A pregunta de en qué tiempo Cuba se vería beneficiada de un levantamiento del embargo, el ministro predijo que “tendría implicaciones inmediatas en la economía y la elevación del nivel de vida y de consumo de los cubanos”.