La vida futbolística de Luis Romo recibió varios golpes que por momentos pusieron en entredicho la posibilidad de cumplir el sueño de ser jugador profesional, pero fue su hermano Darío Romo y el Club Querétaro, quienes lo salvaron de volver a Los Mochis, su ciudad natal, para sacar y vender ostiones junto a su padre.
El equipo que será rival de las Chivas este sábado en el Estadio Akron, sin duda es de los que Romo lleva en el corazón, pues después de probar suerte con el Guadalajara y Cruz Azul, cuando era pequeño, los Gallos Blancos le abrieron la puerta de su cantera.
“Nos tocó que tenían la oportunidad de llevarlos a diferentes clubes, en este caso Chivas. Luis recibió la oportunidad de probarse; estaba en sexto año cuando fue; después volvió a ir en primero de secundaria y no lo agarró Chivas, lo mismo pasó con Cruz Azul”, dijo en entrevista para mediotiempo.com, Carlos Ochoa, el primer formador de Romo en Los Mochis.
Añadió que “se fue a Cruz Azul en primero de secundaria, se queda y al año le dan las gracias, y viene de regreso. Tuvo suerte y quien fue parte fundamental para que Luis lograra lo que ha hecho, es su hermano Darío Romo, era portero de Querétaro”, recordó.
Al recibir su baja de Cruz Azul, el futuro próximo de Luis Romo era volver a Sinaloa y colaborar en la pesca, actividad de la que se alimentaba su familia gracias a la ardua y diaria labor de su padre, quien todos los días en Topolobampo se sumergía en sus aguas para sacar ostiones.
Todo cambió
Su hermano Darío que estaba en los Gallos Blancos, lo invitó a hacer pruebas y Luis Romo le llenó el ojo a los visores queretanos.
“Cuando Luis va a Cruz Azul, se queda un año y se regresa porque le dan las gracias; su hermano estaba en Querétaro, era tercer portero del primer equipo y él consigue que lo vean. Habla con su hermano y le dice ‘oye, qué onda quieres regresarte a Mochis o qué, o quieres probarte en Querétaro’, Luis venía desilusionado como todo chavo y dice ‘si vas a Los Mochis tienes que ayudarle a mi papá a chambear y a sacar ostiones, aquí la diferencia es que si te quedas aquí vas a comenzar a hacer carrera en Querétaro’, Luis dijo que sí y ahí debutó”, relató.
Cumplió su sueño
Darío Romo jugó en Primera División con el Querétaro en el Clausura 2012 y pasó por varios cuadros de Liga de Expansión hasta culminar en el 2020 con el Correcaminos.
Luis, por su parte, pasó por las categorías inferiores del Querétaro y cumplió el sueño de debutar el 20 de julio del 2018 en un Atlas vs Gallos Blancos.
“Los papás de Luis, la mamá trabajaba toda la vida, era costurera en su casa, el papá toda la vida se dedicó a sacar ostiones en la bahía de Topolobampo, que está a quince minutos de Mochis; iba en la madrugada, a las dos o tres de la mañana, regresaba a las seis, siete de la mañana a Mochis, a abrirlos, a sacarlos e ir a venderlos a los mercados”, recordó Ochoa.
Romo Barrón se quedó en Querétaro hasta el 2020, cuando lo compró Cruz Azul, ahí fue Campeón y para el Clausura 2022, reforzó al Monterrey, volvió a La Máquina en el 2024 y para este 2025 llegó a Chivas, equipo al que le va toda su familia.
MGC
