Cruz Azul tiene un rostro distinto al del torneo pasado. Este equipo carece de profundidad, de definición, y en varios lapsos de partidos parece que le falta ambición. Esos detalles se reflejan en las estadísticas del equipo, muy diferentes a las que presumía en el arranque del Apertura 2018.
En la cuarta jornada, el cuadro celeste era segundo lugar de la competencia con 10 puntos. Es más, marchaba invicto. Le ganó a Puebla (3-0), Chivas (1-0), Tigres (1.0), y empató ante Tijuana a un gol.
Para ese momento, La Máquina jugaba bien, tenía sus episodios de distracción, pero nada que pudiera incomodar a su tan ilusionada afición.
Con el paso de las jornadas, los cementeros maduraron en todas sus líneas, para su mala desgracias, al final de la primera fase, mostraron algunas irregularidades que se constataron en la Liguilla.
LAS BAJAS ENTRADAS
Por si no fuera suficiente, los aficionados celestes han disminuido su euforia en este certamen. Al menos en sus dos primeros partidos como local las entradas se quedaron atrás respecto al torneo pasado. En la fecha 2, los celestes recibieron a Chivas, cuadro contra el que perdió 1-0, y tuvo una asistencia de 32 mil 881. El fin de semana en su triunfo contra Tijuana, se registraron 10 mil 311 aficionados.
En el Apertura 2018, que significó su regreso al Estadio Azteca, los cementeros registraron una entrada de 46 mil 623, en el duelo que le ganaron 3-0 al Puebla. Luego, para la tercera fecha en la que se impusieron a Tigres, entraron 55 mil 571 aficionados al coloso de Santa Úrsula.
LA MOLESTIA DE CAIXINHA
Un detalle significativo en este torneo es que para este torneo, Pedro Caixinha, entrenador cementero, ya se mostró molesto ante los medios de comunicación. Tanto en el Clausura como en el Apertura 2018 había mantenido la calma en los momentos tensos, pero ahora no lo ha logrado.
A principio de año, el entrenador sacó una serie de hojas en las que mencionaba títulos de notas de medios deportivos, y argumentó que él nunca dijo lo que ésta mencionaban.
Pese a que le ganó a Tijuana el sábado pasado, el timonel se mostró molesto cuando se le cuestionó sobre la falta de gol de su equipo.
"El torneo pasado era porque jugábamos muy feo y ganábamos, ahora porque nada más anotamos un gol, yo no sé qué quieren. A mí me vale madre lo que ustedes puedan decir, lo que tengo claro es del grupo que tengo, la estructura del club, eso es lo más importante. Lo que ustedes digan me entra por un oído y me sale por el otro”.
El torneo pasado tuvo algunos episodios, como cuando se enojó porque querían que diera declaraciones cuando estaba suspendido en la Copa y por reglamento no podía hacerlo. También cuando hubo algunos momentos ríspidos con Nahuel Guzmán. Aunque sin duda, fueron episodios mucho más tranquilos.