Estilo

Un comandante que dio su vida por la libertad

  • Neteando con Fernanda
  • Un comandante que dio su vida por la libertad
  • Fernanda de la Torre

Hay quienes hablan de libertad, quienes piensan y teorizan sobre ésta, pero solo hay unos cuantos quienes están dispuestos a dar su vida por ella. En este último grupo se encuentra Huber Matos, quien consagró su vida a defender la libertad.

La primera vez que escuché el nombre de Huber Matos fue en boca de mi padre en una sobremesa, hace varios años, en la que se rompió la sagrada regla de no hablar de política. Alguien sacó el tema del socialismo y mi papá se prendió como una mecha: “A mí no vengan a decirme nada del socialismo —dijo—. Yo conocí a Fidel Castro y sé cómo traicionó a la gente que pensaba que la revolución era para mejorar, como Huber Matos y Camilo Cienfuegos. Yo ayudé a Toto del Conde a llevar las armas de Pantaco al Granma en Tuxpan, así que ustedes no me vienen a decir a mí nada sobre las bondades del socialismo”.

Ni quien se atreviera a contradecir a mi papá. Todos nos quedamos sorprendidos, principalmente porque era una historia que jamás habíamos escuchado. Al día siguiente le llamé a mi madre, y para mi sorpresa, confirmó la historia. Resulta ser que en sus años mozos mi padre era novio de Teresa, prima de Antonio Toto del Conde, también conocido como El Cuate, quien tenía una armería y no solo vendió armas a Fidel sino que fue por su intermediación que pudieron conseguir el célebre yate Granma.

Enamorado, mi padre ayudó al primo de su novia y fue entonces cuando conoció a Fidel Castro.

Huber Matos nació en Cuba en 1918, poco después de la fundación de la República de Cuba. Fue el tercero de seis hermanos. Recuerda que su madre antes de dormir les leía un capítulo de algún libro para enseñarles a ser buenos ciudadanos, honestos y responsables. Sus padres les decían que la República era un edificio de muchos pisos que estaba en construcción y que las generaciones futuras tendrían que terminarlo bien. Huber se pronunció contra el régimen de Batista y luchó por la libertad. Victorioso, Huber Matos entró junto a Camilo Cienfuegos y Fidel Castro a La Habana en la marcha que celebró el triunfo de la Revolución Cubana en 1959. Menos de un año después, Cienfuegos desaparecería en condiciones misteriosas y el comandante Huber Matos habría sido detenido debido a las divergencias ideológicas con Fidel Castro.

Tuve la suerte conversar brevemente con Huber Matos cuando vino a México en junio de 2012 a recoger su premio Una vida por la libertad que le otorgó la Fundación Caminos de la Libertad. Con más de 90 años, caminaba erguido, hablaba con voz baja, pero con gran inteligencia, conservaba esa mirada limpia y clara con una expresión de paz de quien ha luchado por lo que cree en la vida. Si tuviera que pensar en una palabra que lo definiera diría, sin duda, dignidad.

Esa noche, al recoger su premio, Huber Matos narró que se enfrentó a Fidel cuando se dio cuenta de que estaba decidido a establecer un régimen de fuerza que daría paso a otra dictadura y, peor, al comunismo. A los tiranos no les gusta que los contradigan, por ello fue condenado al paredón sin poder defenderse. Fidel Castro le dijo que podría vivir si se retractaba. Matos le contestó que le interesaba más su honra que su vida. La gente de Camaguey lo defendió y pudo hablar. “Hablé más de tres horas sin parar, nadie podía callar mi verdad”. Finalmente fue condenado a 20 años de cárcel. De los cuales, dijo, “Castro no me descontó ni un día”.

Matos confesó que tenía miedo a la cárcel y pensó que no aguantaría ahí ni cuatro días; sin embargo, resistió torturas, maltratos y sufrimientos durante 20 años. Dijo no lamentarlo, ya que pudo ser fiel a su nación. Desde que salió de la cárcel hasta su muerte, en 2014, fue un símbolo de resistencia y democracia. Huber Matos comentó que él hubiese querido ser maestro toda su vida. Formar profesores era su pasión. Dijo que le gustaría olvidar las torturas y los dolores de la lucha contra los dictadores, pero que la vida lo llevó por otro camino.

“Pude resistir esos embates, la tortura, la rotura de huesos, las huelgas de hambre, y aquí estoy con ustedes, esperando el fin del drama cubano ya que el sol de la libertad alumbrará a Cuba y yo me sentiré contento pensando que cumplí mi parte”. Huber Matos no vivió para ver ese momento. Ojalá nosotros lo hagamos.

Después de que salió de la prisión, Castro condenó a Huber Matos al olvido, me gustaría condenar a Fidel a ese mismo olvido, aunque quizá es mejor recordarlo para evitar que su historia se repita.

Lectura obligada: Como llegó la noche. Huber Matos, Tusquets Editores.

[email protected]

http://www.notivox.com.mx/blog/fernanda

Twitter http://twitter.com/FernandaT

Google news logo
Síguenos en
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.