Vitrales de piso a techo con figuras de fantasía, pisos y techos de madera… todo en medio de un bosque. No se trata de la descripción de un cuento para niños, sino de la casa del vitralista Neile Cooper.
Residente de Nueva Jersey, Estados Unidos, Cooper decidió utilizar sus artísticas creaciones de vidrio y convertirlas en las ventanas de su propia casa. El resultado fue The Glass Cabin (la Cabaña de Cristal) una pequeña casita en su patio trasero que ha cautivado a miles de usuarios en las redes.
Cada una de los vitrales presenta imágenes de la naturaleza, como aves, mariposas, cristales, flores, plantas, hongos, caracoles, telarañas e insectos.
AG